Con el (aún muy distante) proyecto de un polo opositor de centroizquierda en mente, legisladores radicales, socialistas y dirigentes de la CTA debatieron ayer en el aula magna de la Facultad de Derecho de la UBA sobre “los desafíos de la agenda progresista”. En una jornada en la que abundaron las críticas al Gobierno, fueron de la partida el senador radical independiente Rodolfo Terragno; el diputado de la CTA Claudio Lozano; el senador socialista Rubén Giustiniani y el radical Ernesto Sanz. Varios de ellos formaron parte del Encuentro de Rosario, aunque también disertaron legisladores del Frente Amplio uruguayo y de la Concertación chilena. “A mí me gusta pensar en una concertación y no porque debamos comparar a (Néstor) Kirchner con (Augusto) Pinochet”, ironizó el jefe del bloque de la UCR en Diputados, Fernando Chironi. “No buscamos una política de alianzas oportunista, sino con contenido ideológico”, explicó la secretaria de la UCR, Margarita Stolbizer, que organizó el encuentro.

“El partido tiene una crisis focalizada en la relación de algunos encumbrados dirigentes con el Gobierno. La puerta está abierta para entrar o salir”, remarcó Stolbizer en línea con el titular de la UCR, Roberto Iglesias, que ayer faltó a la cita al igual que el diputado Hermes Binner. Mientras continúan los choques dentro del radicalismo, la dirigente bonaerense destacó el encuentro como “un lugar donde caracterizar al actual Gobierno y construir un espacio progresista”. La mayoría de los panelistas se ocupó de pintar el cuadro oficialista: “El presidente llegó con el 20 por ciento y fue capaz de remover a la mayoría automática”, comenzó Chironi. “Pero después, con el 40, impulsó la reforma del Consejo de la Magistratura. ¿Cómo será con el 60? Si no queremos averiguarlo, debemos dejar de lado las diferencias, porque no hay un partido que pueda solo garantizar la alternancia de poder”, remarcó. Terragno coincidió: “Hoy lo único que hay son políticas. Si un partido representa menos del 20 por ciento es una pyme que no sirve para discutir poder”, destacó.

En línea con el acto que protagonizó la CTA el jueves, con un duro discurso contra el Gobierno, la exposición de Lozano fue de las más encendidas: “Han pasado de confrontar con el duhaldismo a debilitarlo a partir de acordar con (Luis) Barrionuevo”, disparó. “Sólo el 30 por ciento de la población está en blanco. Si sólo se mantiene una política de convenios colectivos, se deja afuera al otro setenta. Se necesitan políticas universales”, planteó. “La CTA siempre viene insistiendo en la creación de una fuerza política”, comentó en diálogo con Página/12.

Los socialistas se sumaron a esa idea, pero dejaron en claro que 2007 está lejos. “Nos hemos planteado la necesidad de un frente amplio progresista, pero no hay que poner el carro adelante de los caballos: en un momento de elecciones se definirá”, afirmó Giustiniani, uno de los defensores del acuerdo de Rosario entre la UCR y el socialismo. “Desde el punto de vista objetivo, la Argentina necesita a una alternativa de poder”, consideró Jorge Rivas. “El Gobierno ya definió a quiénes beneficia: Barrionuevo, los gordos, la estructura mafiosa del PJ. Ante esto está claro que la opción debe ser de centroizquierda”, manifestó.

Los legisladores uruguayos y chilenos intentaron aportar sus experiencias, sin entrar en el terreno de la política local. “No puede haber desarrollo sin oposición. Si a Chile le ha ido bien es porque la oposición colaboró, a pesar de ser pinochetista y reaccionaria”, sostuvo Jaime Jelincic, del Partido Radical Demócrata de Chile. Por Uruguay, participaron la senadora Mónica Xavier y el diputado del Frente Amplio Diego Canepa Baccino, que coordina la relación entre el gobierno de Tabaré Vázquez y el Parlamento uruguayo. Canepa fue de los más aplaudidos, cuando planteó que “tenemos claro que para ganar una elección hace falta una construcción sólida, no sólo una campaña electoral”. Sobre el final, dejó en el aire (¿sin querer?) el fantasma de las papeleras. “Con Argentina a veces tenemos diferencias de intereses nacionales que no se arreglan sólo con discutir. Debemos recuperar el valor de la generosidad”, concluyó.

Informe: Werner Pertot.