El Senado convirtió en ley la creación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, una fuerza desmilitarizada que será conducida por un civil sin estado policial o un oficial superior de la máxima jerarquía de la fuerza y que estará bajo la competencia de la Secretaría de Seguridad Interior. La iniciativa había sido enviada por el Ejecutivo en marzo de 2005, después de que se conociera que dos valijas con droga habían sido enviadas hacia Madrid en un avión de la empresa Southern Winds.

El proyecto, que en la Cámara baja fue respaldado en mayo de este año, contó ayer con el voto favorable de los 52 senadores presentes. A pesar de algunas objeciones a la constitucionalidad del artículo 21 de la norma que faculta a la nueva fuerza a solicitar informes, documentos y antecedentes a cualquier organismo y a personas físicas o jurídicas, los radicales terminaron apoyando la ley cuando se la votó en general. Aunque en la discusión en particular de ese artículo votaron en contra.

El secretario de Seguridad Interior, Luis Tibiletti, y el actual interventor de la PSA, Marcelo Saín, fueron testigos calificados del debate parlamentario. La nueva norma adjudica a la Policía de Seguridad la facultad para vigilar las 57 estaciones aéreas del Sistema Aeroportuario Nacional. Treinta y tres de esas estaciones están concesionadas. Las competencias de la nueva fuerza superan la competencia de los aeropuertos y aeródromos y se extiende a todas los que ingresen a las instalaciones aeroportuarias. La nueva policía tiene competencias en la prevención y los delitos menores y también en el combate contra el narcotráfico y el terrorismo. El proyecto oficial otorga a la PSA funciones de policía aduanera, migratoria y sanitaria, siempre que no hubiera otra autoridad establecida.