El presidente Néstor Kirchner recibió ayer a Liliana Bacalja, hija de una de las 372 víctimas de los bombardeos perpetrados por la Armada el 16 junio de 1955. Kirchner aceptó la propuesta de Bacalja de instalar un monumento a las víctimas, a partir de un anteproyecto de Nora Patrich. La obra tendrá aproximadamente 6,40 de alto y consiste en tres postes en madera vitrificada que culminan con caras y manos de niños, mujeres y hombres que apuntan al cielo. También tendrá una placa de acero inoxidable con los nombres de las víctimas, atornillada por bulones que representan balas.