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Desde el principio eligió el mismo camino que De la Rúa y se dirige encandilado al mismo final. Sumisión incondicional al Fondo, a los bancos, las multinacionales y los grandes grupos económicos locales. A Duhalde, como antes a Menem, Alfonsín y De la Rúa, no le importa el precio, que se mide en millones de hambrientos humillados y perseguidos en un país que produce anualmente alimentos para 350 millones de personas. Y ahora el asesinato a sangre fría, por la espalda, de jóvenes como Darío Santillán y Maximiliano Costeki, que dedicaban su vida y se construían un futuro que el Gobierno les niega, poniendo en pie comedores para los pibes de su barrio. Hay canallas en el Gobierno que los tildan de violentos, incluso ahora cuando ya se ha demostrado la responsabilidad de la maldita policía que mandaron a reprimir. ¿Cómo pueden demostrar que existen si no cortan las rutas o los puentes? ¿Cómo pueden arrancar los miserables subsidios o algunas raciones de alimentos para darle una copa de leche a los chiquitos estragados por el hambre, si no luchan? Como un animal acorralado, bestial y al mismo tiempo servil con su amo el FMI, el Gobierno eligió el camino sin retorno del asesinato. En su debilidad quiere creer que asustará a un pueblo que aprendió que se puede. Se puede terminar con estos gobiernos entreguistas, se puede enfrentar unidos y movilizados semejante brutalidad, se puede acorralar a los asesinos. Ahí está la prueba. El jueves se movilizaron decenas de miles de trabajadores, jóvenes, piqueteros, asambleístas. En Neuquén, en Comodoro, en Rosario, en Córdoba, en todo el país hubo manifestaciones multitudinarias. Se volvió a llenar la Plaza de Mayo a pesar del operativo de terror que montaron, a pesar de las muertes, los secuestros, los allanamientos ilegales, las detenciones de trabajadores y desocupados como los compañeros de mi partido y del Movimiento Sin Trabajo “Teresa Vive” encarcelados en Liniers por el “delito” de repudiar la masacre. Lo que más aterroriza a Duhalde es que este pueblo está aprendiendo algo mucho más importante. Está aprendiendo que de la misma manera que luchamos unidos para enfrentar la represión y el hambre tenemos que unirnos para encontrar una salida de los trabajadores y el pueblo a la crisis. Tenemos que unirnos para construir una alternativa política de los que nunca gobernaron, los trabajadores, los piqueteros, los caceroleros y la izquierda. Esta vez tenemos que preparar una alternativa, por eso desde Izquierda Unida volvemos a insistir con nuestra propuesta de unidad. Llamamos a Luis Zamora, al resto de las organizaciones de izquierda, piqueteros, asambleístas, trabajadores a seguir luchando juntos y unirnos para preparar esa alternativa.

* Legisladora MST - Izquierda Unida.