EL PAíS › TESTIMONIO SOBRE LA ACCION DEL COMISARIO FRANCHIOTTI
“Los cartuchos eran rojos”
“El comisario saca de una caja gris, chica y cuadrada cartuchos verdes. Agarra la itaka y empiezan a cargarlos. Me acuerdo que los cartuchos que vi en la estación eran rojos”, relató Juan Barrientos, fotógrafo de la agrupación Argentina Arde, a Página/12. Los cartuchos verdes que usa la policía contienen balas de goma. En los cartuchos rojos hay balas de plomo. El miércoles este fotógrafo fue a la manifestación con su cámara y presenció los hechos dentro de la estación de trenes de Avellaneda.
Este es su relato que, ex profeso, se reproduce textualmente sin variar una sola palabra:
“Yo llego a las 9 a la plaza de Avellaneda. No había muchos piqueteros todavía. Con otro decidimos ir a la estación porque se iban a concentrar ahí. Cuando llegamos vimos que no había el mismo ambiente que en la plaza, había piqueteros con palos. Me pongo a hacer unos retratos a ellos y se me presentan un par que parecía que eran los que mandaban. Uno que medía más de un metro ochenta me pregunta de qué medio soy, le digo que soy de la agrupación Argentina Arde y establecimos una buena relación, me quedé hablando con ellos. La marcha para el puente se inicia sin problemas. Había canas custodiando una de las subidas. Me voy corriendo al puente de Avellaneda y empiezan los enfrentamientos. Vuelvo corriendo por Pavón, me adelanto y veo que a la altura de Carrefour se adelantan más canas, además venía gente de la Gendarmería ya con otra predisposición. Cuando entro a la estación veo que hay un movimiento raro. Se escuchan tiros y gritos. Veo una mina que sale corriendo y pide una ambulancia. Seguían los tiros y la Gendarmería se acercaba. Cuando entro veo en el patio a Santillán tirado en el piso y escucho los gritos de una mina que se estaba asfixiando. A la izquierda, desde el hall mirando hacia adentro de la estación, está Santillán y a la derecha había una mina que se estaba por desmayar junto a tres personas más. Me meto a la estación y lo veo a Costeki. Le tomo el pulso y lo tenía muy débil, además el ojo se le movía. Me doy vuelta y veo que en la puerta para salir a la vereda hay una mujer agarrada a una nena y salgo con la cámara para tratar de cubrirla, porque la cana seguía tirando. Había cana en todos lados, adentro y en la vereda. Entro de vuelta a la estación y le digo a un cana que estaba ahí que me ayude a correrlo a Costeki y nadie me daba bola. Otro cana seguía cargando las itakas y tampoco me daba bola. Cuando vuelvo me lo cruzo a Santillán que se lo estaban llevando dos canas a la rastra. Yo me quedé con el otro flaco en el piso, un cana lo da vuelta, le abre los brazos, le pone un pie sobre el cartel y me pide que agarre el otro pie. Le acomodamos los pies arriba del cartel para que le llegue sangre a la cabeza porque se estaba desangrando. Después yo salgo a pedir una ambulancia y lo veo al comisario que sale corriendo para el lado de Carrefour, tenía la itaka en la mano, y le digo ‘hijo de puta, ¿se te acabaron la balas?, ¿por qué no llamás una ambulancia?’. El tipo me apunta, me dice que baje la cámara, carga la itaka, y me dice ‘mirá hijo de puta lo que me hicieron, borrate de acá’, mostrándome el cuello sangrante. Después se mete atrás de los gendarmes. Cuando aparece de vuelta el comisario, lo cargan a Costeki y a la mina asfixiada en la camioneta. En Pavón yendo para la Capital lo veo al comisario que junto con otro cana saca de adentro de una camioneta una caja gris, chica y cuadrada de la que sacan cartuchos verdes. Agarra la itaka y empiezan a cargarlos. Me acuerdo que los cartuchos que vi en la estación eran rojos. Le pedí a un motoquero que me lleve y seguí sacando fotos porque la represión seguía”.
Informe: Jimena Fuertes.