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En apenas quince minutos de espectáculo, la actriz y directora Leonor Manso intentará introducir al público que asista mañana a la Carpa Cultural Itinerante del Parque Chacabuco en el mundo del poeta español León Felipe, nacido en la provincia de Zamora en 1884 y fallecido en 1968 en la ciudad de México, donde se exilió en 1938, durante la Guerra Civil Española. Poeta de arrebato místico e intelectual comprometido, León Felipe Camino (éste era su apellido paterno) es una de las personalidades más admiradas por Manso. De ahí que al ser convocada a participar en la Carpa, ella misma propuso un montaje con poemas del autor de Versos y oraciones de caminante (1920-1929), Baja una estrella (1933), Antología (1935), La insignia y La manzana (1951), entre otros títulos. Para la selección, tuvo presente el volumen Antología rota, publicado en 1947. Manso tituló a su espectáculo Quiero... Sueño, y lo presenta mañana a las 17.30, acompañada por el guitarrista y compositor Lucas Rebollini.
Este recital es uno de los varios trabajos que se podrán ver entre hoy y mañana en la Carpa de Av. Asamblea y Emilio Mitre, levantada con presupuesto de Cultura de la Ciudad y destinada a todo público. Se trata, en el caso de Quiero... Sueño, de acercar al público a un genuino “caminante”, formado en Salamanca, Santander y Madrid (donde el zamorano Felipe estudió Farmacia), conocedor de la geografía total de la Península, que recorrió además con una compañía de teatro. En algunas biografías se consigna incluso que trabajó en hospitales de Guinea. El lenguaje sencillo y vital de este autor atrapa de inmediato, como lo demuestra su Carta a Gabriel Celaya, amigo y poeta, al referirse a la escritura y al deseo de expresar interioridades: “Los filósofos que han querido decir/ lo que les pasa a ellos,/ lo han hecho peor que los poetas./ Es muy difícil decir en alta voz/ y claro, para que se entere todo el mundo,/ las cosas que le pasan al Hombre”.
En diálogo con Página/12, Manso dice que participa con entusiasmo de estos eventos de la Carpa (que se sucederán hasta el 7 de julio) por el placer de estar cerca de la gente, y porque ésta, una vez que los conoce, no los abandona: “Esto nos reconforta. Entre tanta carencia que golpea a la sociedad, nos hace sentir útiles, nos ayuda a compartir sueños”. De lo que en cambio se queja es de la demora de Cultura en cumplir con lo acordado en los contratos: “El pago es mínimo, pero aún así no llega –dice–. Desde la primera presentación de Contracciones (obra de Marta Betoldi, con puesta de Manso, estrenada en el ciclo Teatro x la Identidad 2001, impulsado por Abuelas de Plaza de Mayo, e incluida en la programación de la Carpa) hasta hoy pasaron cuatro meses, y todavía no tenemos noticias del pago. Sabemos que hay problemas, pero no está bien que se aprovechen de la necesidad de actuar de los artistas”, sostiene Manso, que, por otro lado, viene desarrollando una actividad artística intensa. Acaba de iniciar los ensayos de Sonata otoñal, de Ingmar Bergman, en el Multiteatro de la avenida Corrientes, tomando el papel que dejó la actriz Cipe Lincovsky por estar enferma. “En realidad éste no es un reemplazo, porque Cipe había ensayado sólo diez días”, puntualiza la actriz, que en este caso comparte el cartel con Héctor Bidonde y Virginia Innocenti. La dirige Juan Carlos Plaza y el productor es Mauro Simone.
A esta tarea se le ha sumado una invitación desde Ohio para presentar en setiembre su montaje de Cianuro a la hora del té, obra del checo Pavel Kohout sobre las heridas internas que dejó en dos mujeres la sublevación y masacre del ghetto de Varsovia. “Un programador internacional que estuvo en Buenos Aires vio mi puesta en el Teatro San Martín y me pidió autorización para hacer el mismo montaje en Estados Unidos con un elenco en inglés. Nosotros vamos a participar con el nuestro, con Ingrid Pelicori y Juana Hidalgo”, puntualiza Manso. Pero esto no es todo: ha comenzado los ensayos de Instrucciones para coleccionista de mariposas, de Mariana Pérez, una de las 21 piezas del ciclo Teatro x por la Identidad 2002, que se desarrollará entre el 22 de julio y el 21 de octubre, en funciones de los lunes y en siete salas de la ciudad. Esta obra breve, dirigida por Manso e interpretada por María Figueras, se verá junto a otras dos en el Teatro del Pueblo. Esta hiperactividad no es en todo caso una novedad en quien a mediados de la década del 90 se atrevió a debutar en la dirección con Noche de parias (1994), de Carlos Pais, un montaje que alertaba sin discursos sobre el crecimiento de la pobreza en medio de una engañosa estabilidad.
La programación de la Carpa, cuya coordinación artística está a cargo del actor y director Claudio Gallardou (creador del grupo La Banda de la Risa y con una obra en cartelera, El Pelele), se completa este fin de semana con espectáculos ya vistos y otros nuevos. Entre ellos, habrá también actividades para niños, como la propuesta del proyecto Momusi, presentando al músico y escritor Luis María Pescetti (hoy, a las 15), quien rescata la tradición juglaresca en un trabajo que armoniza historias, canciones y chistes a compartir con la platea. Pescetti, residente durante años en México, ha editado el CD El vampiro negro y publicado varios cuentos para chicos.