Los superpoderes están llamados a convertirse en la pelea interminable. Dos días después de la sesión en la que el oficialismo logró la media sanción para el proyecto que le otorga atribuciones especiales al jefe de Gabinete para reasignar partidas presupuestarias, Néstor Kirchner cargó contra los senadores del radicalismo que abandonaron el recinto en medio del alegato final de la primera dama. “Es doloroso y dan pena. Constituyen una verdadera vergüenza para la democracia”, dijo Néstor Kirchner en un acto público en Luján. “El que da pena es usted señor Presidente”, respondió el Comité Nacional de la UCR, en un comunicado en el que definió a los dichos de Kirchner, como parte de “la política del atril”.

En un acto en el que apareció acompañado por el gobernador Felipe Solá, Kirchner defendió la exposición que el miércoles realizó en el Senado su esposa Cristina Fernández. “Hablan de debatir y cuando llega la hora de hacerlo, se escapan. La verdad es que no los entiendo. Es una anécdota más pero es bueno tener memoria.” Al hacer su repaso histórico, Kirchner parangonó el abandono que la bancada radical hizo de la sesión de la semana pasada con el retiro anticipado del gobierno de Raúl Alfonsín y de la caída de Fernando de la Rúa. “Esos que se escaparon en el primer gobierno de la democracia, que se escaparon y dejaron 50 muertos en la plaza allá por el año 2001, esos que dejaron el triste y luctuoso hecho del puente en Corrientes, cuando era ministro de Interior alguien que es diputado ahora, y todavía sigue hablando”, dijo Kirchner. El argumento empleado por el Presidente es el mismo que realizó su esposa el miércoles cuando los radicales dejaron la sesión. Incluso volvió a repetir la cifra de 50 muertos en relación a las 32 personas que murieron por la represión policial en las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001.

Del pasado vino al presente para decir que “se escaparon también el otro día, cuando no le podían rebatir a Cristina. Se volvieron a escapar del Senado, una verdadera vergüenza para la consolidación de la democracia”. Por si quedaban dudas, concluyó su interpretación diciendo: “Yo, queridos hermanos, les digo que es doloroso, cuando tienen que hacerse la autocrítica del terrible daño que sufrió el país o de las distintas cosas de las que fueron responsables”.

El guante tirado por Kirchner lo tomó el senador jujeño Gerardo Morales. “Lo que da pena es que no se cumpla con la Constitución Nacional; lo que da pena es que se pretenda seguir concentrando poder; lo que da pena es que, como se ha hecho en el pasado con Domingo Cavallo, tanto durante el gobierno de Carlos Menem como en el de Fernando de la Rúa, se concentre poder en una sola persona para terminar abusando del manejo de las instituciones”, respondió Morales.

Las autoridades nacionales del radicalismo en un comunicado que lleva la firma de Roberto Iglesias y Margarita Stolbizer, calificaron al Gobierno de autoritario, dueño de una enferma ambición de poder y de una intolerancia constante hacia la libertad de opinar distinto.

También la líder del ARI, Elisa Carrió, salió al cruce de Kirchner y de su esposa. Señaló que tanto el Presidente como la primera dama le hicieron “acordar mucho a Cavallo y a Sonia en el 2001”. La diputada recordó que luego del corralito financiero, El Mingo tomó distancia del colapso que terminó con los días de De la Rúa en la Rosada y que por esos días, “Sonia lo defendía por todos los medios de prensa”.