Martes, 5 de septiembre de 2006 | Hoy
Está imputado, entre otros casos, del homicidio del hijo del escritor Juan Gelman. Revistó en la SIDE y fue uno de los jefes de Orletti. Participó del acto de Blumberg en la Plaza de Mayo.
Por Adriana Meyer
Al general retirado Eduardo Rodolfo Cabanillas le llegó la hora. Ayer fue detenido en la causa del Primer Cuerpo del Ejército, en la que se investigan violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Cabanillas está imputado del homicidio, entre otros, del hijo del escritor Juan Gelman. En abril de 1999, Cabanillas era el jefe del Cuerpo de Ejército II cuando la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) pidió su relevo inmediato, con el argumento de que su ascenso en el Senado había sido determinado sin contar con datos clave de su carrera: el militar revistó en comisión en la SIDE y en el centro clandestino de detención Automotores Orletti, donde fue uno de los jefes. De este modo, Cabanillas se suma a la lista de detenciones ya ordenadas por el juez federal Daniel Rafecas en la búsqueda de los responsables de este centro clandestino, así como al pedido de extradición formulado por el juzgado respecto de una decena de militares uruguayos.
El nombre de Cabanillas es uno más en la nómina de los imputados, que incluye al teniente coronel retirado Rubén Visuara, al comodoro retirado Néstor Guillamondegui, al ex agente de la SIDE Honorio Martínez Ruiz, alias “Pájaro”, y al ex agente de Inteligencia Raúl Guglielminetti, alias “Ronco” o “Guastavino”, que fue preso recientemente.
Cuando era capitán, Cabanillas habría cometido la privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos a 29 personas que permanecieron cautivas en Orletti, que funcionaba desde 1976 en el Bajo Flores, como también el homicidio agravado de cinco de las víctimas. Entre ellos está Marcelo Gelman, cuyos restos fueron hallados en octubre de 1976 dentro de tambores sellados, rellenos con cal y cemento, que habían sido arrojados al río Luján. Esos cuerpos mostraban un impacto de bala en el cráneo.
Cabanillas está acusado de haber sido, desde la SIDE, el superior inmediato del fallecido Aníbal Gordon, quien comandaba ese centro clandestino de detención y tortura. A su vez, este represor tenía como superiores a Guillamondegui y Visuara. Este último respondía directamente al jefe de la SIDE, el fallecido general Otto Paladino. En los próximos días, el juez Rafecas estará en condiciones de decidir la situación procesal de todos los imputados del caso.
Cabanillas, que concurrió a la última marcha del ingeniero Juan Carlos Blumberg en la Plaza de Mayo, revistó en comisión en la SIDE entre el 20 de agosto de 1976 y el 27 de enero de 1977. El mismo reconoció en una entrevista que operó en Operaciones Tácticas 18, como era conocido Orletti en el lenguaje de la represión.
Según relató Juan Gelman, Cabanillas admitió en un expediente militar de 1977 su desempeño en Orletti. Como la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos comprobó que esto había sido omitido durante la confirmación de su cargo en el Senado, en abril de 1999 le pidió al entonces jefe del Ejército Martín Balza, su relevo. La primera respuesta de Balza fue respaldarlo, argumentando que Cabanillas estaba en condiciones técnicas de sucederlo. El ex jefe del Ejército insistió en que no sería él quien debía cortar la carrera del militar acusado. Y agregó que era la Justicia federal la que debía establecer la responsabilidad de Cabanillas en la apropiación ilegal de la nieta de Gelman, y en otros delitos de lesa humanidad.
“Me dijo que trabajaba en unas oficinas, que nunca presenció ni supo de acto delictivo alguno y que no tenía ningún conocimiento relacionado con ese secuestro”, repetía por esos días Balza. El peso de los acontecimientos hizo que Balza finalmente lo sacara del cargo.
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