Martes, 5 de septiembre de 2006 | Hoy
El gobierno porteño inspeccionó ayer 13 supuestos talleres de la firma Kosiuko. Encontró diversas irregularidades y estudia hacer una denuncia penal. Habrá controles en otras ocho marcas.
Por Carlos Rodríguez
Sobre la base de documentación aportada por la propia empresa, el gobierno porteño realizó ayer una recorrida por 13 supuestos talleres donde confecciona sus productos Kosiuko, una de las marcas líderes en materia de indumentaria, pero los inspectores se llevaron más de una sorpresa. “De los talleres que la firma declaró como propios, se verificó que en su gran mayoría no existían o presentaban grandes irregularidades por no cumplir con la normativa legal vigente”, informaron a Página/12 voceros de la oficina de prensa del Ministerio de Producción, cuyo titular es Enrique Rodríguez. El parte al que accedió este diario precisa que “se constató que los informes” presentados en mayo pasado “eran fraudulentos” y que en ellos “se ocultó información”. Esto podría determinar la iniciación de causas penales contra la firma cuyo creador es Federico Bonomi. El operativo es un nuevo coletazo de la investigación que comenzó en abril a partir de las denuncias por la explotación de ciudadanos bolivianos en talleres clandestinos que funcionaban tanto en la Capital Federal como en el Gran Buenos Aires. Esta semana se realizarán inspecciones similares en otras ocho marcas líderes.
La investigación comenzó a partir de una denuncia que hicieron, el 26 de abril pasado, la Cooperativa La Alameda y la Unión de Trabajadores Costureros sobre la existencia de 108 talleres textiles clandestinos que trabajan para 50 marcas de indumentaria. El problema estalló a principios de abril por la muerte de seis ciudadanos bolivianos en un taller del barrio de Flores que se incendió. Sobre la inspección que se hizo ayer en 13 supuestos talleres de la empresa Kowsef S.A., responsable de la marca Kosiuko, se dijo que la firma “podría recibir sanciones y consecuencias penales por obstrucción a la autoridad administrativa del trabajo, por haber declarado direcciones de talleres falsas e inexistentes”.
Las inspecciones se hicieron con la participación conjunta de funcionarios del Ministerio de Producción porteño, el de Trabajo de la Nación, Migraciones, la AFIP y la Policía Federal. La firma debía presentar documentación sobre higiene y seguridad y la lista del personal con los certificados de ART. Los datos serán remitidos a la Procuración General porteña, que determinará si hay elementos para denunciar ante la Justicia penal. Hasta el momento, el Ministerio de Producción inspeccionó 830 talleres de la Capital. En 347 de ellos se comprobaron irregularidades que en 190 casos determinaron la clausura de las instalaciones.
Según informó el ministerio, la recorrida incluyó a los locales de las siguientes firmas vinculadas a Kosiuko: Lenita (Castelli 195), cuyo taller no existe; Noyant (Pueyrredón 468), donde se venden artefactos para el hogar, no indumentaria; Luciano Cueros (Acuña de Figueroa 1030), donde habría empleados en negro; Vira Ofis S.A. (Lavalle 950), que no se pudo visitar porque la dirección no existe; Saummur S.A. (Tucumán 1639), donde hay una casa de familia, no un taller; La Martingala (Corrientes 1257), donde hay una oficina, no un taller; Yokavil (Ciudad de La Paz 1882); CED (Céspedes 2484), donde no se encontró taller alguno; Antbrava (Mosconi 3043), donde hay empleados en negro; Mac Graw (Triunvirato 4550), donde hay una galería comercial, pero ningún comercio textil con ese nombre; Stark (Charlone 236), que tampoco existe; Staffwork (Julio A. Roca), donde ni siquiera se encontró la dirección brindada por Kosiuko, y Talleres Jujuy (Colombia 1449/51), que en lugar de estar en la Capital Federal, como se decía, estaba en Gerli.
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