Los países del Grupo de los 20 (G-20), la Unión Europea, Estados Unidos y Japón manifestaron ayer en Río de Janeiro su disposición a salvar la Ronda de Doha y a flexibilizar sus posturas en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC). “La primera conclusión es que todos los actores tienen voluntad política”, aseguró el canciller Jorge Taiana en un balance de los encuentros en los que participó durante el fin de semana en Brasil. “Lo segundo es que hay cierta disposición a la flexibilidad. Distintos sectores han expresado su disposición a ser más flexibles”, agregó. “La mayoría de los actores han expresado su interés en que el accidente no sea fatal”, bromeó Taiana sobre la situación política del encuentro. Las negociaciones de la Ronda de Doha habían quedado suspendidas en julio pasado en Ginebra debido a las discrepancias entre los países, sobre todo en lo que se refiere a los subsidios agrícolas, que es el que más interesa a los países en desarrollo, aquí nucleados en el G–20, como es el caso de Argentina y Brasil. “Quedó claro que ninguna de las partes desea que la Ronda de Doha fracase y que todos estamos dispuestos a hacer todos los esfuerzos necesarios para continuar”, completó el canciller de Brasil, Celso Amorim. “En esta reunión estuvo representada cerca del 90 por ciento de la población mundial. Y vimos señales de flexibilización, no vimos ninguna señal de bloqueo”, agregó. El jefe de la OMC, Pascal Lamy, dijo en conferencia de prensa que en breve comenzarán las conversaciones a nivel técnico para desbloquear las negociaciones comerciales, para luego avanzar en las conversaciones formales. También la representante de Comercio de Estados Unidos, Susan Schwab, aseguró que se hará “lo que sea necesario” para reflotar la Ronda. “No creo que ninguno de nosotros esté esperando un cambio en 24 horas, pero sabemos que es un paso que debemos dar y debemos dar un paso por vez”, añadió.