Con el respaldo unánime del plenario de las comisiones de Justicia y de Asuntos Constitucionales de la Cámara alta, el oficialismo logró ayer dictamen favorable para la iniciativa que reduce de nueve a cinco miembros la composición de la Corte Suprema. El proyecto que la semana próxima llegará al plenario del Senado fue presentado el jueves pasado por la senadora Cristina Fernández de Kirchner. La propuesta, que fue elogiada como “un hito histórico” y como “una contribución a la calidad institucional” de la Argentina, tuvo mejor suerte que las diez anteriores que desde el 2003 impulsaron diferentes senadores. En el debate, Fernández de Kirchner reivindicó la “importancia de retomar una práctica de casi 100 años”, dijo en referencia a una ley de 1860 que establecía en cinco el número de integrantes del máximo tribunal de Justicia y que fue modificada por la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu en 1958.

“Me pareció que se debía retomar el camino abandonado y restituir el número original de la Corte”, dijo la primera dama frente a la nube de micrófonos y grabadores que la abordaron al final de la reunión plenaria y que a diferencia de otras ocasiones, ayer lograron tener una palabra suya. Aunque el Senado no tenía sesión prevista, el plenario de comisiones de ayer tuvo un presentismo casi ideal. Ni oficialistas ni opositores querían perder la oportunidad de sumar su apoyo a la medida o de reivindicar derecho de autor por proyectos anteriores al presentado el jueves pasado por la primera dama.

“Se profundiza la independencia de la Corte Suprema”, declaró el titular de la bancada oficialista, el rionegrino Miguel Angel Pichetto, antes de ingresar al Salón Arturo Illia. Una semana atrás, hablando de la independencia de los jueces, Pichetto había señalado en el recinto que los actuales miembros de la Corte eran tan independientes que “eran independientes de sí mismos” y que por ello no llegaban a lograr consenso y fallar en casos importantes. La polémica con la Corte ya era historia antigua.

Pichetto fue el primero en arrancar el debate de la comisión. Además de adelantar el acompañamiento del bloque oficialista, el rionegrino destacó la importancia del proyecto por la firma de su impulsora. “La importancia de la firma del Presidente y de usted, presidenta, son coincidentes con el espíritu del decreto de autolimitación en la designación de los miembros de la Corte”, señaló el jefe de la bancada mayoritaria. Pichetto, que al igual que los demás miembros del bloque legislativo del Frente para la Victoria conocieron la iniciativa luego de su publicación en los diarios, destacó que si el Presidente hubiera completado los dos cupos faltantes en la Corte lo hubieran acusado de “instalar una mayoría automática propia”.

El radical rionegrino Luis Falcó, que presentó un proyecto idéntico al de Fernández de Kirchner en el 2003 y luego lo representó en el 2005, manifestó su “satisfacción porque estamos pensando parecido a lo que pensaba hace más de 4 años”. El proyecto de Falcó es uno de los diez antecedentes legislativos que figurarán cuando se apruebe la publicación de la norma. También se alistarán iniciativas similares impulsadas por la catamarqueña Marita Colombo, el neuquino Pedro Salvatori, la puntana Liliana Negre de Alonso, el mendocino Ernesto Sanz, el cordobés Carlos Rossi, el tucumano Ricardo Bussi, el salteño Ricardo Gómez Diez y el santafesino Rubén Giustiniani.

La mayoría de los oradores reivindicó “el regreso a la composición histórica del alto tribunal”. Ninguno habló de la ampliación impulsada por el menemismo y mucho menos del Pacto de Olivos. Algo que Fernández de Kirchner se reservó para resaltar cuando se retiraba de la reunión plenaria. “Ustedes recuerdan que por el Pacto de Olivos salieron Rodolfo Barra y Mariano Cavagna Martínez y entraron Gustavo Bosser y Guillermo López dos miembros propuestos por el radicalismo. Esta suerte de canje afectó seriamente la calidad institucional”, subrayó la primera dama luego de que el dictamen tuvo el respaldo mayoritario del plenario.

La iniciativa tiene tan sólo tres artículos más un cuarto de forma. El primero deroga la ley del menemismo que amplió a 9 la Corte Suprema. El segundo establece que la Corte tendrá cinco jueces. El tercero es una disposición transitoria sobre las mayorías. Mientras continúe integrada por siete miembros como en la actualidad, la mayoría será de cuatro. Si por causas naturales o renuncias, la Corte se reduce a seis, la mayoría será de seis. También se define que cuando el número llegue a cinco, “las decisiones se adoptarán por el voto de la mayoría absoluta”, es decir de tres.

Con la misma unanimidad, el dictamen tendrá media sanción el miércoles próximo. Antes de fin de año y con el voto de los diputados, se convertirá en ley. Para la gran mayoría del mundo jurídico y político, en el nuevo número de integrantes del máximo tribunal está la llave maestra para mejorar su funcionamiento.