La desaparición de Luis Gerez conmovió ayer a la Casa Rosada y Néstor Kirchner decidió postergar su traslado a Santa Cruz para seguir de cerca la evolución de las investigaciones. La decisión fue comunicada por fuentes oficiales ya que, en principio, el Presidente iba a partir hacia su ciudad natal, Río Gallegos, para permanecer allí durante la celebración del año nuevo.

Kirchner se informó de los detalles de lo acontecido por boca de Felipe Solá. El gobernador bonaerense le dio el contexto en que se produjo la desaparición de Gerez y le contó que se trata de un militante de Pensar Escobar. Esa es la agrupación que lidera Cristina Alvarez Rodríguez, sobrina nieta de Eva Perón, y que también integra el actor Alberto Fernández de Rosas.

Testigos de la Casa Rosada remarcaron que el Presidente estaba irascible, producto de la noticia. No trascendieron las conclusiones a las que arribaron Kirchner y Solá, pero fuentes nacionales y provinciales no dudaron en apuntar que ambos coincidieron en que había que investigar únicamente la línea del “secuestro”.

Fue después de esa conversación que el Presidente habría decidido dejar trascender la postergación de su viaje. De esta manera, no sólo dejaba en claro la gravedad de lo acontecido sino también la decisión de ponerse al frente de las investigaciones.

Kirchner habló con Solá en la antesala al acto en el que dos nietos de Héctor Cámpora le obsequiaron el bastón y la banda que utilizó el “Tío” cuando asumió el cargo, el 25 de mayo de 1973. Fue allí donde el gobernador le comunicó al presidente que el jefe de investigaciones, Hugo Matzkin, estará a cargo de las pesquisas.

Ese punto es motivo de controversias. Hay quienes sostienen, teniendo en cuenta el antecedente de la desaparición de Julio López en el mismo distrito, que la Policía bonaerense no debería ser la encargada de la investigación. Fuentes de la gobernación aseguraron que no hay motivo, por ahora, para apartarla.

Sobre este tema estuvieron conversando ayer, durante casi una hora, el propio Solá con Aníbal Fernández. El ministro del Interior se acercó al Banco Provincia, habitual búnker de las autoridades bonaerenses, para “coordinar” las tareas de las fuerzas de seguridad, ya que también participarán de las investigaciones la Policía Federal, la Side, Gendarmería y Prefectura. En ese encuentro, además de Matzkin, había personal jerárquico de la Brigada Antisecuestro de la Federal.

Solá y Fernández acordaron formar un “comité de crisis” que se ocupará del tema Gerez. La lectura política que allí hicieron, aunque nadie por ahora se animó a hacerla pública, fue previsible: que se trató de una reacción de grupos organizados a la política de Derechos Humanos llevada adelante por el gobierno nacional.

Hasta ayer, en la Casa Rosada reinaba el desconcierto ya que no había una sola pista seria sobre lo acontecido. No obstante, como Gerez había recibido sucesivas amenazas, todos coincidieron en que la desaparición fue resultado de un secuestro. En este caso, a diferencia de lo que en algún momento se especuló con Julio López, nadie se animó a plantear la posibilidad de que el testigo se haya ido por su cuenta del lugar.

Kirchner, Solá y Aníbal Fernández volvieron a abordar el tema alrededor de las 18, en un nuevo y extenso encuentro que mantuvieron en la Casa Rosada. A esa cumbre se sumaron el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Fuentes oficiales no descartaron la posibilidad de que se produzcan renuncias en el área de seguridad. Anoche, al cierre de esta edición, Aníbal Fernández se trasladó a Escobar para reunirse con la Unidad Fiscal de Investigaciones.