Desde Santa Fe

El Frente Progresista Cívico y Social arrancó ayer su campaña electoral en la provincia en un clima de euforia y diversidad, una policromía que el propio Hermes Binner reconoció de entrada. “Amigos, correligionarios, compañeros”, dijo el candidato a gobernador al llamar a quienes lo rodeaban en el lanzamiento de la coalición –socialistas, radicales, demoprogresista, aristas, peronistas y referentes sociales– a dejar atrás el pasado de postraciones santafesinas y comenzar a construir una provincia digna. Binner apeló a una metáfora para sintetizar el afán de cambio en Santa Fe después de medio siglo de hegemonía del PJ. “Los que quieren cambio, que se suban al barco”, dijo.

Y ayer, en el barco estaban casi todos. Sólo faltaba la fiscal federal Griselda Tessio, propuesta por un sector de la UCR como compañera de fórmula de Binner, pero se sumó la mayoría de los dirigentes de su partido. Una de las sorpresas fue el debut de la diputada nacional María del Carmen Alarcón, quizás en nombre de los sectores del campo enfrentados con la Casa Rosada. Y para que no haya dudas también estuvieron dirigentes de la Federación Agraria y de Casfé.

Binner reconoció la complejidad del armado político. Pero lo interpretó en un sentido muy distinto al que le imputarán sus rivales. “Estamos convencidos de que esta complejidad significa la fuerza para construir una provincia con calidad de vida para todos los santafesinos. No será sencillo, pero sí apasionante”, dijo el socialista, que reivindicó al diálogo como el único método para superar las contradicciones propias y ajenas. “El diálogo y la concertación son los caminos necesarios para cambiar los ejes fundamentales de la provincia, donde la salud y la educación, la producción y el trabajo estén a la orden del día para construir la Santa Fe que deseamos.”

El encuentro se realizó en el salón de un hotel del microcentro santafesino. El socialismo presentó a su primera plana: el senador Rubén Giustiniani, el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, y a todos sus legisladores nacionales y provinciales. Lo mismo hicieron el ARI y el PDP, encabezados por sus presidentes: Alberto Muñoz y Carlos Favario. La UCR sumó a una corriente cada vez más nutrida: Carlos Fascendini, Hugo Storero, Adolfo y Lilia Stubrin, Carlos Iparraguirre, Hugo Marcucci y Jorge Placenzotti, entre otros. Y hasta se asociaron Luis “Changui” Cáceres y el intendente de Vera, Raúl Seco Encina, que hasta ayer eran aliados del grupo Mimí, como se conoce a la dupla Felipe Michlig-Juan Carlos Millet.

“No nos asusta esta diversidad –reflexionó Binner–, nos parece apasionante este diálogo por venir. Estamos convencidos de que vamos a construir este proceso electoral para conducir los destinos de Santa Fe y así vamos a gobernar.”

“No hay un discurso para ganar las elecciones y otro para gobernar. A eso ya lo vivimos. Y la gente no quiere que se la estafe más. Nosotros le vamos a decir lo que pensamos y lo que vamos a hacer. Por eso es tan importante la reunión de los equipos técnicos que se van a conformar el 10 de febrero de 2007. Allí estará la gente que va a trabajar en el futuro, no paracaidistas, sino gente que va a trabajar en los proyectos, y de allí saldrá la gente para gobernar la provincia”, señaló.

Binner dijo que se viene “un tiempo de cambio. Un tiempo para construir esta fuerza política en forma diferente a la que lo hicimos hasta ahora. Ya no hay dos o tres que se ponían de acuerdo y bajaban línea y en cada pueblito de la provincia había que hacer lo que ellos decían. Ahora la gente debe ser protagonista del diagnóstico y la propuesta. El Frente tiene que construirse de abajo hacia arriba. Será complejo, pero es necesario, porque la realidad es compleja. Y vamos a convocar a todos”.