Llega puntual a pesar de la agitada agenda, se acomoda su negro flequillo y comenta sin reparos su estado de ánimo. Patricia Walsh vive la campaña con esperanza porque “la gente” la “para por la calle” para decirle cosas o pedirle algo, y esto no le había pasado. Es optimista porque cree que en esta elección la izquierda “tiene una oportunidad” y no duda en que obtendrá el cuarto lugar porque considera que “la centroizquierda de Claudio Lozano es confusa”. Admite que la campaña como candidata a jefa de Gobierno es “testimonial”, pero como también encabeza la lista de legisladores se imagina que su fuerza política, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), puede obtener dos bancas. “Es la campaña más mugrienta porque los tres candidatos son malos y poderosos en serio, como el ministro de Educación que se sostiene con el dedo de Néstor Kirchner”, se quejó con el tono de indignación que la caracteriza. Respecto de la segunda vuelta, la candidata aseguró que “la izquierda no opta porque es falso que hay un mal menor”.

Durante la entrevista con Página/12, la hija del escritor Rodolfo Walsh se dirigió a los votantes. “Las bondades de la nueva ley de educación son mentira, como muestran los conflictos provinciales, de modo que no hay que votarlo”, opinó de Daniel Filmus. “Telerman, con la excusa de la consulta popular, hace campaña con dinero de los porteños, mientras que el multimillonario Macri usa los recursos que acumuló su familia con los negocios con el Estado”, expresó sobre los otros dos. Pero fue más enfática al cuestionar al “perverso progresismo entre comillas de Filmus”, que “con Heller llaman al voto de izquierda, de modo que votarlos significa volver a sentar a Aníbal Ibarra, destituido con razón por la masacre de Cromañón.”

–¿Qué actitud espera de sus votantes en la segunda vuelta?

–La izquierda, no sólo de la que formo parte, no va a votar de ningún modo por candidatos que expresan estructuralmente un acuerdo aunque lo están disimulando. El presupuesto 2007 de la ciudad lo aprobaron macristas, telermistas y los del Frente para la Victoria, junto con el ARI porteño. Ese presupuesto expresa la desigualdad de Buenos Aires.

–Pero esa omisión beneficia al que más chance tiene.

–Es un cálculo matemático, y está bien si alguien lo hace, pero yo tengo una responsabilidad política. Macri será la derecha pero Telerman estuvo en la SIDE con Carlos Menem, y aunque explicó que trabajó de periodista allí sólo se hacen operaciones de prensa. Esta es la ciudad de Villa Cartón, donde muere una mujer por una carpa mal instalada.

–¿Por qué votarla a usted y no a Claudio Lozano?

–Porque frente a estos poderosos el cuarto lugar se lo merece la izquierda. Lozano ingresó a la Cámara en 2003 como cabeza de lista de la fórmula Ibarra-Telerman. Luego se distanció, y propone otra cosa. Pero la centroizquierda que propone es confusa, es un híbrido. En la Cámara decía que no era ni oficialista ni opositor, que la izquierda no se tiene que unir. Yo soy parte de una oposición programática de izquierda, y creo que la unidad es fundamental. Lo nuestro es claro, es la izquierda de lucha, del programa, de coherencia. Le tengo respeto a Lozano, pero voté muchos proyectos importantes de manera diferente. El estuvo a favor de Enarsa y yo, en contra. El está de acuerdo con el traspaso de la Policía Federal previa depuración, y yo rechazo absolutamente eso porque está denunciada por gravísimas violaciones a los derechos humanos. Hay que crear una nueva policía, con otro nombre, control ciudadano, revocatoria de mandato y jefatura civil.

–¿Quiénes la votarán? ¿Aquel casi 12 por ciento de Luis Zamora?

–Creo que me pueden votar los que apoyaron a Zamora. Lo digo de manera respetuosa con Autodeterminación y Libertad, si quieren votar, les digo que somos MST-Nueva Izquierda y llevamos reivindicaciones como una democracia directa, la cuestión asamblearia, asuntos que ellos enarbolaron. No soy partidofóbica, respeto a quienes quieren construir un partido revolucionario. A diferencia de Luis, sostuve mi identidad independiente codo a codo con partidos de izquierda. Creo que nos van a votar comunistas, que les dieron libertad de conciencia. Fui su diputada, y nosotros con una sola banca logramos la nulidad de las leyes de impunidad. También nos apoyarán zamoristas, militantes del MST, socialistas enojados con la fractura de su partido, me lo dicen por la calle...

–¿Peronistas?

–Sí, porque es mi origen, mi aprendizaje y mi cultura política. Y aunque no hay muchos peronistas en Capital, los que hay me deberían dar su voto porque peleo por cuestiones que tienen que ver con posiciones históricas de la izquierda peronista. También radicales de izquierda, será heterogéneo. Luego se viene la pelea de octubre, contra el matrimonio.

–¿Recibió cuestionamientos por ser doble candidata, a jefa de Gobierno y a primera legisladora?

–Sí, y son razonables. Ir también por la jefatura tiene que ver con la visibilidad para que la propuesta sea tenida en cuenta. Los compañeros consideraron que a algunos votantes les daba seguridad que yo también encabezara la lista de legisladores. Con la lista sábana uno ve clara la locomotora pero no sé qué viene en los vagones de atrás. En la lista de Macri vienen amigos de Blumberg... Hay que dar la pelea para dar saltos cualitativos y eso se da por acumulación. Además, no es de segunda categoría o de cabotaje ocuparse de los baches o de los semáforos.