Viernes, 18 de mayo de 2007 | Hoy
EL PAíS › EL TEXTO QUE DESPLAZA A ULLOA Y MADARO Y NOMBRA AL FISCAL
Toda clase de especulaciones se desataron a partir de la decisión del oficialismo de citar una conversación entre el ministro del Interior y el fiscal que investiga el caso Skanska. Para algunos apunta a promover el desplazamiento de Stornelli.
Por Diego Schurman
La –como mínimo– curiosa inclusión de los supuestos textuales del fiscal Carlos Stornelli en el decreto que eyectó a Fulvio Madaro y Néstor Ulloa de la titularidad del Enargas y de Nación Fideicomiso generó ayer un cúmulo de lecturas políticas. Entre ellas primó una: que se trata de un primer paso para el desplazamiento del fiscal de la causa Skanska, que investiga el pago de sobornos en la ampliación de los gasoductos Norte y Sur impulsada desde el Ministerio de Planificación de Julio De Vido.
El decreto en cuestión es el 539, dado a conocer anteanoche por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Allí se consigna, textualmente, que Stornelli “tras manifestarle (el ministro del Interior, Aníbal Fernández) que ‘colaboraría con la campaña de Scioli’, le expuso además ‘me los llevo puestos a Madaro y a Ulloa en virtud de una grabación que había escuchado’”.
De acuerdo con las versiones recogidas por este diario:
u La reunión entre Scioli y Stornelli efectivamente existió. Fue hace dos meses, y el vice le solicitó allí asesoramiento. No hubo ofrecimiento de cargos. Sobre el encuentro coinciden la Casa Rosada y la Fiscalía Federal Número 4. Esta última, sin embargo, niega que Stornelli sea el que manifieste interés en colaborar en la campaña del vice sino que –sostienen– es exactamente al revés.
u Antes de su exposición en el Congreso, donde vinculó al gobierno porteño con el caso Skanska, Alberto Fernández le pidió a la titular del PAMI, Graciela Ocaña, que se conecte con Stornelli. ¿El propósito? Saber si algún funcionario oficial está implicado en la causa Skanska.
u Fernández le dijo a Ocaña que Néstor Kirchner, en caso de comprobarse, despediría al funcionario implicado. Poco tiempo después, el jefe de Gabinete hizo pública esa postura en una entrevista con el diario La Nación. Lo mismo aseguró el Presidente en la Casa Rosada.
u El miércoles, Ocaña estuvo con Stornelli en Comodoro Py. Confirmó lo que en las conversaciones telefónicas el fiscal le habría dicho a Aníbal Fernández: o sea, que Fulvio Madaro y Néstor Ulloa serían citados a indagatoria sospechados de haber cobrado coimas.
u A propósito de esa conversación: hay puntos divergentes entre la versión oficial y la que surge en las cercanías de Stornelli. Unos dicen que fue el fiscal el que llamó a Aníbal Fernández. En la fiscalía aseguran que sucedió al revés. El dilema es si el fiscal quiso hablar o si lo intimaron a hablar.
u En el mundillo político hay quienes interpretan la inclusión de los supuestos textuales de Stornelli en el decreto de eyección de Madaro y Ulloa como una extorsión hacia el fiscal que interviene en la causa. ¿El objetivo? Limitar las investigaciones.
u Contrariamente, en primeras líneas oficiales aseguran que el mensaje implícito que lleva la divulgación de esos textuales es evitar una eventual extorsión del fiscal, quien –dicen– estaría utilizando la causa para negociar su futuro político.
- Puertas adentro, hay versiones contradictorias en el Gobierno sobre si el diálogo que Stornelli mantuvo con Aníbal Fernández fue grabado. ¿El fiscal supuestamente dijo algo indebido? ¿Dijo algo más, además de que “colaboraría con la campaña de Scioli” y “me los llevo puestos a Madaro y a Ulloa”, los dos textuales que se incluyen en el decreto?
- Técnicamente es factible grabar esa conversación. Además, hubo una segunda charla entre Stornelli y Aníbal Fernández, esta vez a través de un Nextel –un celular, que se utiliza a modo de handy–, que permitió que Alberto Fernández la escuchara.
- De todas, hubo una hipótesis que se instaló con más fuerza: aquella que indica que el Gobierno directamente está buscando desplazar a Stornelli de la causa. ¿Cómo? A través de una recusación por una supuesta connivencia del fiscal con la propia administración kirchnerista.
- A esa versión abonaron los dichos del abogado Ricardo Monner Sans, al asegurar, en el programa Basta para Mí, que anteayer al mediodía estuvo con Stornelli y le preguntó por las versiones que señalaban que trabajaría con Scioli. “Me están operando”, asegura Monner Sans que fue la respuesta del fiscal.
- Stornelli se comunicó ayer telefónicamente con Esteban Righi. El fiscal le habría intentado explicar las razones del llamado a Aníbal Fernández, una práctica no bien vista en Tribunales. El procurador se negó a un encuentro. De todos modos, Righi anticipó que no recusará a Stornelli. ¿Lo hará el propio Ulloa, como se hizo circular ayer algunos despachos oficiales?
- Pese a trabajar en la fiscalía especial del PAMI, Stornelli es visto con aprehensión desde el Gobierno. En el 2004, Kirchner habló de la existencia de un complot en su contra. Stornelli presentó una denuncia ante la Justicia para que investigue ese complot. “Es lamentable. Este hombre muy cercano a Macri quiere judicializar las ideas”, le reprochó el Presidente, recordando, de paso, aquel coqueteo del fiscal con el candidato a jefe de Gobierno porteño.
- Una perlita: ayer el juez Norberto Oyarbide citó a declaración indagatoria a unos 200 sindicalistas, por el supuesto desvío de 350 millones de dólares de un crédito del Banco Mundial, entre 1996 y 2000. En esa causa están implicados algunos popes gremiales de excelentes relaciones con el Gobierno. ¿Quién instruyó la causa? Sí, Stornelli.
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