Martes, 5 de junio de 2007 | Hoy
EL PAíS › KIRCHNER Y MACRI SE CRUZARON EN EL INICIO DE LA CAMPAÑA POR EL BALLOTTAGE
“Hoy lo pueden llamar Mauricio, pero siempre es Macri”, sostuvo el Presidente. “Kirchner, que es Néstor, no se terminó de enterar de que Mauricio, que es Macri, no es candidato a presidente”, le respondió el candidato.
Por Santiago Rodríguez
La campaña para el ballottage que consagrará al futuro jefe de Gobierno porteño está en marcha y la señal de largada la dio ayer Néstor Kirchner. “Hay dos modelos en disputa”, enfatizó el Presidente en un acto que compartió con su candidato Daniel Filmus y disparó contra su adversario: “Hoy lo pueden llamar Mauricio, pero siempre es Macri”. Las palabras de Kirchner anticipan la línea de campaña de los kirchneristas, cuyo propósito en las próximas tres semanas es “revelar al electorado quién es y qué representa” el candidato de PRO. Macri decidió que no hará nada distinto de lo que hizo hasta ahora y se concentrará en sus “propuestas” para la ciudad sin entrar en el juego de nacionalizar la contienda que le plantearán los kirchneristas, pero se permitió una ironía: “Kirchner, que es Néstor, no se terminó de enterar de que Mauricio, que es Macri, no es candidato a presidente”.
Macri y Filmus casi no descansaron y prácticamente pasaron del festejo por sus resultados en las elecciones del último domingo al trabajo con miras al duelo que mantendrán el próximo 24 de junio. Los dos dedicaron buena parte de la jornada a delinear la campaña que desplegarán hasta el ballottage que consagrará al futuro jefe de Gobierno porteño.
El empresario atendió a la prensa con su compañera de fórmula, Gabriela Michetti, y hoy retomará sus actividades proselitistas. “Ayer (por el domingo) ganó otra forma de hacer política, constructiva, de hacer propuestas; que no agreda, que no calumnie, que no haga denuncias oportunistas”, expresó el candidato de PRO, adelantándose a posibles embates del kirchnerismo. También señaló que “la gente quiere que le hablemos del futuro, si va a vivir mejor, si tenemos soluciones concretas, si vamos a administrar pensando en ellos o en la rosca política” y dijo: “Espero que los vecinos no compren más pescado podrido.”
Filmus hizo una primera aparición pública junto a Kirchner. La excusa para la foto entre ambos fue un acto en la Casa Rosada en el que se anunciaron la realización de obras en el partido bonaerense de Pilar. El mandatario empezó con una felicitación al electorado porteño por su comportamiento el domingo pasado y un agradecimiento a su pupilo “por defender las ideas, el trabajo, el sacrificio; por vertebrar con fuerza las convicciones”. Después desató la primera de las andanadas de la artillería que el kirchnerismo empezó a preparar para Macri.
“Hoy lo pueden llamar Mauricio, pero siempre es Macri”, arremetió Kirchner y advirtió que “para poder gobernar no hay que disfrazarse”. También se quejó de que “cuando se están discutiendo dos modelos en el país nos vienen a hablar de las plazas”.
Eso fue sólo una parte. “Seguro que Mauricio no sabe lo que pasó en el Correo Argentino”, ironizó también Kirchner y llamó a los porteños a tener “buena memoria”, tras recordar que “hubo algunos pocos en los ’90 que les fue bien, pero a la mayoría nos fue muy mal”. “Ese modelo que destruyó la producción nacional”, prosiguió y explicó que el Gobierno propone “el modelo de la inclusión social y la recuperación de nuestra clase media”. En ese contexto, se preguntó “qué política de tarifas van a tener” en caso de acceder al poder.
Kirchner no pasó por alto que “Mauricio, que es Macri, votó contra la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final” durante “el poco tiempo que trabajó” en la Cámara de Diputados. Como si le hablara al candidato de PRO, remarcó además que “mandamos la ley de opción previsional al Congreso y usted votó en contra”, para luego rematar: “Pobres abuelos”.
Lo que hizo Kirchner fue marcar el camino que los kirchneristas transitarán hasta el comienzo de la veda electoral previa al ballo- ttage. Ya el domingo a la noche, en medio de los festejos por el pase a la segunda vuelta, los estrategas del kirchnerismo anticipaban “ahora vamos con todo” y decían que su propósito en estos días es “confrontar los dos modelos que están en discusión no sólo en la ciudad de Buenos Aires, sino también en el país”.
Los trazos gruesos de la campaña que desplegará Filmus durante las próximas tres semanas terminaron de definirse en las reuniones que el candidato K mantuvo con el jefe de Gabinete y responsable político del kirchnerismo en la ciudad, Alberto Fernández, y con sus colaboradores. Hoy mismo los porteños se encontrarán en la calle afiches con la leyenda “No te olvides. Mauricio es Macri”.
La consigna es la misma que Kirchner planteó en el acto que compartió con Filmus y apunta a empezar a “desenmascarar a Macri”, de quien los kirchneristas advierten que –aconsejado por el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba– se “escuda” en su nombre de pila para hacer más creíble su cambio de discurso”. “Hasta acá lo dejamos ser Mauricio, lo dejamos armarse como si viniera de un repollo, pero ahora vamos a plantear la discusión política de quién es y qué representa”, explicaban en el kirchnerismo, donde creen que así es posible sacarle parte de sus votantes de la primera vuelta.
Filmus saldrá también en busca del electorado de izquierda. “Vamos a apuntarles muy fuerte a esos electores con el planteo de que ningún miembro de ese espacio político puede ser indiferente al retroceso que un triunfo de Macri implicaría en cuestiones como los derechos humanos y la educación sexual”, precisaban los kirchneristas.
En el comando de Macri también se habló de los pasos a seguir. Con ese propósito, el empresario reunió en la sede de su partido a su jefe de campaña, Horacio Rodríguez Larreta; los diputados Paula Bertol, Cristian Ritondo y Eugenio Burzaco y al legislador electo de Recrear Enzo Pagani.
Con la ventaja de más de 20 puntos a su favor y unos pocos de imponerse en segunda vuelta, Macri mantendrá todo como hasta ahora. “Por lo que dicen, los kirchneristas van a tratar de agredir, agredir y agredir, para no discutir lo que hay que hacer en la ciudad. No vamos a responder; la gente está harta de ese tipo de campaña”, explicó a Página/12 uno de los dirigentes que estuvo con Macri y otro añadió: “Ojalá hagan eso porque los que pierden así son ellos.”
Macri resolvió concentrarse exclusivamente en la discusión de los asuntos porteños y no caer en la tentación de nacionalizar la campaña. Aun así tuvo una respuesta irónica al primer embate del kirchnerismo: “Kirchner, que es Néstor, no se terminó de enterar de que Mauricio, que es Macri, no es candidato a presidente”, afirmó y añadió: “Me gustaría discutir con Filmus, que es Daniel, sobre la ciudad de Buenos Aires”.
En el marco de la estrategia que delineó con su equipo de campaña, Macri decidió continuar con la presentación de una propuesta por día. “Va a haber propuestas importantes vinculadas con el tema del paco, la transferencia de policía y con servicios públicos porteños”, anunciaron en su entorno. También aparecerán hoy afiches de PRO con la leyenda “Gracias” y los militantes de esa fuerza repartirán casa por casa una carta para agradecer el voto a Macri.
La Casa Rosada fijó la línea de campaña contra Mauricio Macri y el diputado Carlos Kunkel hizo rápidamente los deberes: le reclamó al candidato de PRO que explique el contrato para la construcción de las cloacas en Morón que firmó en su momento con el ex intendente de ese partido Juan Carlos Rousselot. “Ese contrato era tan corrupto que implicó la inhabilitación de por vida de Rousselot”, remarcó Kunkel. El diputado kirchnerista definió a Macri como representante de “la derecha neoliberal” y advirtió que “quiere engañar sobre sus verdaderas intenciones”. En ese marco, alertó a los porteños que, en caso de votarlo, estarían apoyando el regreso del “neoliberalismo menemista de los ’90”.
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