Jueves, 21 de junio de 2007 | Hoy
La Justicia investiga si la filial argentina de la brasileña Odebrecht habría utilizado facturación apócrifa en las obras para el Gasoducto Sur. La empresa fue contratada por TGS y Skanska también está involucrada.
Por Irina Hauser
Parece ser que no sólo Skanska simuló gastos en la ampliación de dos gasoductos para tapar salidas irregulares de dinero. Los investigadores del caso no descartan que también la filial argentina de Odebrecht haya utilizado la misma operatoria, o similar, en una facturación por casi 3 millones de dólares. Esta multinacional brasileña fue contratada por la gerenciadora Transportadora Gas del Sur (TGS) para las obras del Gasoducto Sur, donde los sobreprecios pagados superarían los 34 millones.
Esta pista novedosa contiene, además, otra vuelta de tuerca: así como Skanska está acusada de haber usado facturas truchas para documentar pagos falsos, ahora la sospecha en tribunales es que la propia empresa sueca le habría facturado servicios inexistentes o dudosos a Odebrecht en el contexto de las obras para el Gasoducto Sur.
La documentación que conduce a estas hipótesis figura entre los cientos de archivos hallados en la computadora del síndico de Skanska, Claudio Corizzo, que estuvo encargado de la auditoría interna que llevó a la empresa a admitir que evadió impuestos y pagó “comisiones indebidas”. Todo el material está a estudio de los dos juzgados que siguen el caso: el de Javier López Biscayart, que investiga la evasión impositiva, y el de Guillermo Montenegro, que rastrea posibles coimas y sobreprecios.
Odebrecht es la compañía a la que TGS le delegó la ampliación del Gasoducto Sur. Acorde al compromiso que había asumido si resultaba ganadora, subcontrató para las obras –que eran de tendido de caños– a Skanska, Techint y Contreras Hermanos. La contratación de Odebrecht respondió en cierta medida, explicaron fuentes judiciales, a la necesidad de que interviniera una empresa de Brasil para poder conseguir un préstamo del Banco Nacional de Desarrollo de ese país.
Entre los papeles secuestrados a Corizzo hay copias de facturas que Skanska le dio a través de su sucursal brasileña (Skanska Brasil) a Odebrecht Argentina, según pudo establecer Página/12. Incluso fue hallado un contrato específico, fechado en marzo de 2005, por un servicio “de evaluación y control de logística” para “la exportación de caños y chapas” (de Brasil a Argentina) y por la “supervisión de la fabricación de chapa”, todo con destino a las obras del gasoducto donde Odebrecht operaba como una suerte de intermediario. La facturación a Odebrecht tiene fecha de julio y agosto de 2005. Los comprobantes donde se detallan los servicios son por casi 3 millones de dólares.
Uno de los puntos que llamó la atención en despachos judiciales es que las facturas utilizadas tienen membrete de Sadebras Ltda. Esa firma brasileña dejó de existir en el año 2000, precisamente cuando fue comprada por Skanska Brasil. Así lo ratificaron a este diario voceros de la propia compañía. Otro punto que despertó dudas es que en una especie de anexo del acuerdo Skanska le aclara a Odebrecht que “no asume ninguna responsabilidad” por fallas o incumplimientos.
En los expedientes de ambos fueros se busca verificar si los servicios facturados realmente existieron o si estuvieron sobrevaluados. Allegados a la pesquisa de los tribunales federales describieron que “la denominación de los servicios facturados es imprecisa y ambigua”. La compararon con los conceptos que utilizó Skanska Argentina para facturar prestaciones falsas con comprobantes de Infiniti Group (una sociedad fantasma): allí figuraban “trabajos de ejecución de ingeniería de detalle y de los manuales para inspecciones”, entre otras cosas, para la ampliación de la planta compresora Deán Funes, en Córdoba, gerenciada por Transportadora Gas del Norte (TGN). Para este gasoducto, TGN contrató a Skanska, BTU y Contreras.
Voceros de Skanska señalaron que las facturas de Sadebras “serían trabajos de control de calidad que había que hacer en Brasil”, pero no confirmaron su efectiva realización. Odebrecht no respondió la consulta de este diario.
Tanto en la causa de López Biscayart como en la de Montenegro está corroborado que Skanska utilizó facturas apócrifas por cerca de 17 millones de pesos para justificar gastos inexistentes en las obras de los dos gasoductos (Norte y Sur). El primero procesó por evasión a diez ex directivos de la empresa sueca, entre otros. Su hipótesis es que, además, Skanska habría pagado sobornos. Montenegro llamó a indagatoria a 30 sospechosos de participar de las coimas. Entre ellos, los ex funcionarios Néstor Ulloa y Fulvio Madaro.
El fiscal Carlos Stornelli pidió otras tantas indagatorias, que el juez aún no impulsó. La lista incluye al secretario de Energía, Daniel Cameron, y también a los directivos de Odebrecht.
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