“Fuera Botnia, viva la Patria” rezaba la leyenda de la banderita que Néstor Kirchner agitó en el palco oficial durante el acto por el Día de la Bandera, para satisfacción de unos doscientos asambleístas entrerrianos que se movilizaron hasta Rosario. El Presidente afirmó allí que “el cambio recién comienza” en la Argentina, y subrayó que “se está entrando a salir del infierno”, en un discurso que evitó referencias electorales y tuvo un tono componedor, en coincidencia con los diferentes sectores representados en el palco. El mismo estuvo ubicado en el Monumento a la Bandera, que ayer cumplió 50 años y por tal motivo, la comunidad rosarina cosió la bandera “Alta en el Cielo”, que mide 13 mil metros y sería la más larga del mundo.

Kirchner encabezó las celebraciones acompañado por su esposa Cristina Fernández, el vicepresidente Daniel Scioli, el gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid, el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, y varios ministros de su gabinete y legisladores nacionales. También tuvieron su lugar en el palco los principales candidatos para la gobernación provincial, el socialista Hermes Binner –a quien las encuestas le otorgan la victoria en los comicios del 2 de septiembre– y los diputados justicialistas Rafael Bielsa y Agustín Rossi, que el 2 de julio se medirán en internas partidarias.

En su discurso, el Presidente destacó que el país “tiene muchas posibilidades de seguir creciendo (porque) el cambio recién comienza, recién estamos entrando a salir del infierno y a visualizar la construcción de una Argentina estratégica como soñara ese gran héroe nacional y gran ejemplo que se llamó Manuel Belgrano”. Kirchner se pronunció por “una Argentina integrada a Latinoamérica, respetada en el mundo, que no claudique y que no se subordine, una Argentina que tenga fuerza en su propia fuerza es la que todos deseamos”.

En una ciudad gobernada desde hace muchos años por el socialismo y que en las elecciones de septiembre podría arrebatarle al justicialismo la gobernación de la provincia en la figura de Hermes Binner, el jefe de Estado destacó la convivencia a pesar de las diferencias partidarias. “Hemos trabajado con el gobernador y el intendente no pensando en parcelas partidarias sino pensando en la Patria, en Rosario y en la provincia de Santa Fe. Creo que hemos dado un ejemplo de responsabilidad democrática y también de no egoísmo”, sentenció. El primer mandatario destacó que “no aplicamos ni el clientelismo, ni (pensamos) en ver quién se lleva esta voluntad para acá o para allá, el objetivo era recuperar la potencialidad de Rosario, una de las mejores y más potentes ciudades de la Argentina”.

En otro tramo de su alocución, Kirchner instó a que “en esta dura lucha por la recuperación de la Argentina pongamos toda la grandeza, hay que poner toda la fuerza y la solidaridad, hay que abrazarse a la bandera de la Patria y evitar caer en provocaciones. Es fundamental devolverles a los argentinos la confianza de cada día podemos ser un país mejor”.

Kirchner y su comitiva llegaron cuando el acto ya había comenzado con un desfile militar. Una vez terminado, visitó la Bolsa de Comercio de Rosario.