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”Han puesto en marcha dos millones de planes para jefas y jefes”; “pareciera que el país está mejor que hace unos meses”; “no se entiende de qué se quejan los ganaderos”. Con estas y otras frases, Raúl Alfonsín reapareció ayer por primera vez desde su sorpresiva renuncia a la banca de senador. Aunque su apoyo al Gobierno fue una de las razones que desencadenaron su decisión y su silencio, el ex presidente dejó claro que sigue tan oficialista como antes.
Alfonsín se mostró de buen humor en los estudios de “A dos voces”, acompañado por un custodio y algún asesor, y bromeó antes del programa con las frases de George W. Bush que aparecieron un mes atrás en el sumplemento Radar de Página/12: “estamos preparados para cualquier imprevisto que pueda ocurrir o no”; “estamos a favor de la importaciones que vienen de afuera del país”, eran algunas de las frases del presidente norteamericano que recordaba Alfonsín.
Cuando comenzó el programa, el ex presidente se puso serio para responder las preguntas. “Renuncié porque el Senado era como una jaula”, sostuvo. Y mencionó como al pasar la decisión de tres senadores, liderados por Rodolfo Terragno, que unos días antes se habían separado del bloque radical en disconformidad con la postura de alineamiento automático con el Ejecutivo. “Me molestó, pero si no hablamos de eso mejor”, pidió.
Hace ya casi dos meses, el ex presidente anunció su alejamiento del Senado: sin la influencia de otros tiempos, Alfonsín estaba indignado por la decisión de muchos radicales de tomar distancia del Gobierno. Después, el jefe radical viajó a Europa para una reunión de la Internacional Socialista y se quedó unos días en cama por una neumonía. Ayer rompió el silencio.
“Tiene aspectos positivos. El esfuerzo en el campo social es importante, aunque por supuesto tiene dificultades”, dijo cuando los conductores le pidieron que definiera la gestión de Eduardo Duhalde. De todos modos, se negó a ponerle una calificación numérica, como había hecho con la de Fernando de la Rúa –le había puesto un 7– desatando un miniterremoto político.
En la línea de defender al Gobierno, Alfonsín cuestionó la postura de la Sociedad Rural Argentina, cuyos integrantes silbaron al representante de la Rosada. “Qué notable: nunca estuvieron mejor que ahora. En cambio aplaudían a (Domingo) Cavallo, que los fundió”, comparó.
En cuanto a las elecciones de octubre, Alfonsín esbozó una curiosa teoría sobre los candidatos. “Los que aparecen dominando la escena política no generan confianza, ni interna ni externa”, sostuvo, y dio tres nombres: Adolfo Rodríguez Saá, Carlos Menem y Elisa Carrió.
A continuación, el ex presidente sostuvo que Carlos Reutemann “parece más responsable” y descartó los pronósticos de que la UCR se encamina hacia la peor elección de su historia. “Frente a estos tres candidatos, yo creo que queda un amplio campo para que lo ocupe un partido serio y progresista”, sostuvo en referencia a la UCR. Cuando le preguntaron por Rodolfo Terragno, el candidato mejor posicionado de su partido, Alfonsín comentó: “Todos saben que no es mi favorito, pero si gana la interna lo voy a apoyar como corresponde”.
Sobre el final, el líder radical aceptó hablar sobre la fallida gestión de Fernando de la Rúa. “Yo creo que si no hubiera sostenido tanto a (Domingo) Cavallo todavía sería Presidente”, aseguró. “El, Cavallo, es el gran responsable de la catástrofe de la Argentina”, concluyó Alfonsín, que nunca ha tenido a la autocrítica entre sus principales virtudes.