¿Cuánto podría tardar la presidenta electa en aceptar un pedido de reunión de Hermes Binner? El gobernador electo de Santa Fe, primer socialista al mando de una provincia, le había hecho llegar a Cristina Fernández de Kirchner un pedido de entrevista. Fue la semana pasada. La respuesta llegó en tres días. Era una oportunidad para iniciar un acercamiento con el posible jefe del socialismo de los próximos años y potencial presidenciable. “No hay nada que indique que vaya a haber una mala relación”, dijo a Página/12 un ministro que ayer pasó a saludar a Binner y que suele estar muy cerca del despacho de Cristina en la Rosada. La entrevista duró cuarenta minutos. Estuvieron CFK, Binner y la vicegobernadora electa, la radical Griselda Tessio. Interlocutor habitual de los productores rurales, Binner llevó una propuesta acorde con el proyecto de pacto social que impulsa el oficialismo: aconsejó abrir un diálogo con los productores, industriales y trabajadores de la carne y lácteos. En su salsa, la anfitriona se mostró predispuesta y sugirió que los productos de esa cadena deberían tener un precio para el mercado interno y otro de exportación.

Como en toda visita protocolar, Binner llegó con un regalo de cortesía. Apenas iniciada la entrevista, le entregó a CFK una caja de alfajores santafesinos. El paquete tenía la forma de la bota de Santa Fe. La charla derivó en la actualidad económica de la provincia, una de las más favorecidas por el boom internacional de los productos primarios. Según los colaboradores de Binner, el médico rosarino dijo que su provincia seguirá aportando riqueza para el crecimiento del PBI. Luego la conversación giró hacia el panorama de la producción agrícola ganadera de Santa Fe.

Binner aprovechó la ocasión para agradecer “la importancia” que se le daba a Santa Fe en el proyecto de presupuesto 2008. “Es una suma importante, básicamente en obra pública. El doctor (por Bi-nner) cree que es un reconocimiento a la provincia”, dijo un colaborador del santafesino. Pocas horas después de la reunión, el Congreso comenzaba a tratar en Diputados el proyecto presupuestario para el año próximo. Binner llegó a la Rosada pasadas las 18, media hora después ya estaba en el primer piso, en el ala del edificio en el que están los despachos del secretario general, Oscar Parrilli; de la subsecretaría general (por la que pasaron Carlos Kunkel y Juan Bontempo, hoy utilizada por la Jefatura de Gabinete) y, al final del pasillo, de la presidenta electa. Binner y su compañera de fórmula esperaron un rato hasta que fueron recibidos. Eran las 18.50.

CFK planteó que es necesario consensuar un precio para el mercado interno y otro para la exportación. Binner se habría mostrado de acuerdo con la idea. Los dos habrían acordado en que es necesario que la mayor parte de la producción ganadera y láctea no sea destinada preferentemente a la exportación, atraída por los altos precios de los commodities. “Es importante que todo no se exporte por los buenos réditos de los productos”, dijeron a Página/12 cerca de Binner.

Por ahora, el Gobierno viene implementando retenciones a las exportaciones y subsidios a los pequeños productores que pierden dinero por destinar su producción al mercado interno. También se habló de las disparidades que se producen a lo largo de la cadena de valor: un productor lácteo vende la leche a un precio irrisorio si se lo compara con el valor del litro de leche industrializada por las empresas lácteas. “Hay que sentar en una mesa del diálogo a productores, industriales y trabajadores”, coincidieron.

Luego de proponer esa mesa del diálogo, Binner la invitó a su asunción, prevista para el 11 de diciembre. Cristina tomó nota del convite, no prometió nada. “Cristina y Binner tienen un buen concepto mutuo”, dijeron en la Rosada. A esa hora, Binner ya se había retirado. Estaba en la sesión del Congreso donde se empezaba a discutir el presupuesto: la votación en Diputados está prevista para hoy. Habrá que ver cómo vota Binner.