A las siete de la mañana, Porretti llegó a su despacho como cada día desde el último mes. “Estoy en una situación realmente injusta”, respondió a los movileros cuando lo alcanzaron. Durante la mañana dio entrevistas en radios y a la tarde a los medios de Pinamar. En los diálogos negó que haya estado fugado, agregó que trabajó “durante 15 años” para ser intendente y se quejó de que ahora “los que han lucrado siempre con la noche en Pinamar están tranquilos”. En tanto, su ex secretario de Gobierno Aldo Leonián regresó a su casa de Pinamar con un arresto domiciliario. La jueza Laura Elías autorizó el pedido que había hecho la fiscal Fernanda Hachman la semana pasada para “morigerar” las condiciones de detención por un cuadro hipertensión. Leonián estará en su casa bajo la responsabilidad de su esposa, Esther Merchen Erman, vigilado por el Servicio Penitenciario, con la exclusiva obligatoriedad de no salir del lugar. Esa resolución no sólo fue festejada por quienes están cerca de Leonián, sino también por quienes están en torno al intendente. Sus abogados creen que si todo va mal también ellos pueden conseguir un fallo de las mismas características. Ayer en tanto esquivaron una posibilidad: la jueza de Garantías denegó por “improcedente” un pedido de detención para el intendente pedido por el fiscal Diego Escoda, que reemplaza por una licencia a la fiscal de la causa.