“Vamos a ver hasta cuándo tienen espaldas para aguantar. Cuando empiecen a perder plata van a reflexionar”, desafiaban anoche desde el Ministerio de Economía. Allí acusan a las entidades ruralistas de promover el desabastecimiento de alimentos y se atienen a las palabras de la presidenta, Cristina Fernández, para referirse a cuál será la respuesta: “Se usarán la Constitución y la ley”. Pero afirman que para hablar de desabastecimiento tendrán que pasar no menos de diez días, mientras que evalúan que la situación actual muestra “faltantes parciales” de bienes. “Esto de amenazar con desabastecimiento, que no haya leche, carne, con métodos pocos democráticos, va en contra de lo que ha decidido la gente” en las últimas elecciones, reprochó Martín Lousteau, titular de esa cartera.

A pesar de la presencia de autoconvocados en los piquetes en las rutas, desde el Palacio de Hacienda responsabilizan a Federación Agraria, Confederaciones Rurales, Sociedad Rural y Coninagro por la prolongación de la medida de fuerza. “Los que redoblaron lo apuesta fueron las entidades. Los que buscan el desabastecimiento son ellos”, atacaron. Condicionan la posibilidad de encarar un diálogo formal al levantamiento del lockout.

Lousteau juzgó que hay “una utilización política” de la protesta. “Los productores no quieren ninguna retención y no les importa el abastecimiento de los consumidores”, denunció, en declaraciones radiales. En el ministerio apuestan al desgaste de la medida de fuerza. Consideran que a medida que pasen los días los productores se verán obligados a comercializar granos y ganado para sostenerse y que allí empezarán a ser evidentes las fisuras en el bloque ruralista. Aunque la Secretaría de Agricultura madura un paquete de medidas para atenuar los costos de producción agropecuarios, el Gobierno recién avanzará cuando se levanten los piquetes.

El ministro apuntó que durante la protesta “hubo manifestaciones claras de que se trata de intereses muy importantes que buscan atentar contra un modelo productivo y socioeconómico”. En ese contexto calificó como un gesto “muy importante” liberar las rutas, “porque no es el método para manifestarse y porque atenta contra la población en general”.

Lousteau afirmó que los productores “sólo están viendo una parte” del modelo económicosocial que, entre otras cosas, en los últimos cinco años les permitió contar con un tipo de cambio competitivo. “Cuando se toca un interés puntual, saltan. Pero cuando todo el resto de las cosas los favorecen, no han dicho una sola palabra, y son los grandes beneficiarios de la política económica”, insistió. “Mienten quienes dicen que no hubo diálogo, porque lo hubo antes y después de tomar las medidas”, completó.