La oposición se unió para contragolpear en el Congreso con un proyecto para anular el decreto de aumento de las retenciones. Así, la Coalición Cívica, el PRO, el socialismo y el radicalismo le responderán hoy con un pedido de sesión especial en Diputados al discurso de la presidenta Cristina Kirchner. En tanto, los principales referentes de la oposición cerraron filas contra la política de retenciones. “Fue un discurso mentiroso, violento y provocador”, lanzó la líder de la CC, Elisa Carrió, quien pronosticó un “incendio” tras el discurso presidencial. El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, también planteó que las retenciones “son injustas con el sector más dinámico de la economía de los últimos diez años”.

“Cristina con este discurso desató un incendio”, auguró Carrió poco antes de que comenzaran los cacerolazos. La dirigente hizo un llamado a los que protestan: “Les pido a los productores, pequeños y medianos, que no entren en la provocación. Y que se sigan manifestando en paz”, dijo. Antes de que hablara la Presidenta, Macri advirtió que “esto pasa porque falta una política para el sector. Es urgente que se sienten a conversar y la solución no va a pasar por acciones patoteriles como aceptar la intervención de Moyano en el conflicto”.

Aunque los números no los favorecen, las fuerzas de ambos líderes pedirán hoy una sesión especial para anular el último aumento de las retenciones. La propuesta que difundieron los macristas incluye “dejar sin validez los impuestos a las exportaciones que no sean ratificados por el Congreso”, “hacer descuentos de acuerdo con la distancia de la provincia de origen” y “limitar las retenciones aplicándolas solo a cuatro productos (soja, trigo, maíz y girasol)”. Los jefes de las bancadas de CC y PRO, Adrián Pérez y Federico Pinedo, junto al radical Oscar Aguad intentaron dar una conferencia de prensa, pero no consiguieron que les prendieran la luz del Salón de Pasos Perdidos. Tuvieron que contentarse con la más reducida sala de prensa del Congreso. El oficialismo, por su parte, dudaba si mantener o levantar la sesión de hoy, para no darles cartel.

Al proyecto, también se sumará el radicalismo, como señaló a este diario el titular del Comité Nacional, Gerardo Morales. “El Gobierno no puede seguir justificando arbitrariedades con el argumento de la salida de la crisis: ya lo hicieron para negar la inflación, la corrupción y ahora lo usan para meterle la mano en el bolsillo al campo”, advirtió el dirigente radical. “Si lo que están en la ruta son terratenientes, vivimos en países distintos”, aseguró.

Por su parte, el socialismo presentará un proyecto propio para “proteger a los pequeños y medianos productores”. La iniciativa del PS implica un “reintegro de los derechos de exportación a aquellos productores que estén inscriptos en el registro de operadores de granos y que, dentro del año calendario, exporten no más de mil toneladas de soja, 700 de girasol o 1400 de maíz o mil de trigo”. El titular del PS nacional, Rubén Giustiniani, destacó que “esperaba un mensaje que abriera las puertas al diálogo y lo de la Presidenta profundiza la confrontación con el campo”. Rápido para la respuesta, el dirigente de Recrear, Ricardo López Murphy, enfatizó ante Página/12: “Dudo que el campo tenga más rentabilidad que Cristóbal López, con los Casinos que le han dado, prolongando las concesiones arbitrariamente”.

Por su parte, el diputado de la CTA, Claudio Lozano, declinó el convite opositor ¿La razón? “Las retenciones móviles son un elemento necesario y capturan ganancias que no les corresponden a los productores, porque tienen que ver con el cambio de los precios internacionales y no con su propio esfuerzo de inversión. Son válidas, pero en el marco de un modelo que no sea el sojero.” “La Presidenta elude todo tipo de autocrítica, porque este Gobierno, que se conformó con ser el socio pasivo del boom sojero, es el que tiene a los pequeños productores en las rutas”, dijo.

Por su parte, el titular de la bancada del ARI Autónomo, Eduardo Macaluse, remarcó que “ya que se tomó tanto tiempo para abrir la boca, tendría que haber sido más prudente. Desde el Gobierno y desde una parte de la oposición, se está empujando a un conflicto campo-ciudad que nos remite un siglo atrás. No hay solución mientras haya una lectura binaria y maniquea”.