- Postal K. Sentados en dos filas sobre el escenario de Parque Norte se veía una postal actualizada de la coalición kirchnerista. En los primeros asientos estaban Kirchner, el vicepresidente Julio Cobos, los gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires), José Luis Gioja (San Juan), Mario Das Neves (Chubut), Gildo Insfrán (Formosa), José Alperovich (Tucumán), Celso Jaque (Mendoza), Daniel Peralta (Santa Cruz) y Luis Beder Herrera (La Rioja). En la fila de atrás se ubicaron todos los ministros y sólo dos invitados ajenos al Gabinete: nada menos que el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, y José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias. Aliado esencial en este conflicto, Moyano se la pasó charlando con Julio De Vido y Florencio Randazzo. Su ubicación en el palco fue una señal de reconocimiento.

- El maldito. Sobre el escenario también pudo verse una inequívoca muestra de respaldo hacia los movimientos kirchneristas y los jóvenes K. Tras la polémica mediática desatada por el protagonismo de Luis D’Elía en enfrentamientos callejeros, y la participación de estas agrupaciones en choques con simpatizantes del paro agrario, la presencia de D’Elía en el palco era difícil de pronosticar. Pero el matancero estuvo allí, en un segundo plano. Ayer había tenido un día difícil porque en los sitios de Internet aparecieron supuestas declaraciones suyas, que luego desmintió, en las que admitía que estaba dispuesto a “matar a todos los oligarcas de Barrio Norte”. Casualidad o no, en el discurso la Presidenta aseguró que el peronismo nunca fomentó la lucha de clases.

- La premiación. Visto desde la multitud, los dirigentes sociales se ubicaron a la izquierda del atril que CFK usó en su discurso. En ese lugar se vio a Emilio Pérsico (Movimiento Evita), Isaac Rudnik (Libres del Sur), Jorge “Quito” Aragón (FB 19). Compartían el espacio con miembros de la juventud K como Juan Cabandié (GEN), Federico Martelli (MUP) y José Ottavis, Andrés Larroque, Mariana Gras (todos de La Cámpora, la agrupación fundada por Máximo Kirchner). El lugar de honor, el espacio privilegiado porque inevitablemente aparecía en todos los planos televisivos, estaba destinado a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto.

- Mordisquito. La Presidenta citó al autor del célebre tango “Cambalache”, Enrique Santos Discépolo. Al hablar sobre la composición del cacerolazo del martes, expresó su sorpresa porque una parte de los manifestantes protestaban contra la política de derechos humanos y otros reclamaban por la reforma agraria. “Lamenté que Enrique Santos Discépolo no estuviera vivo. En la quinta de Olivos algunos decían no queremos a Cuba, no queremos a Evo Morales. ¿Qué tiene que ver eso con la discusión sectorial por las retenciones?”, se preguntó. Además de peronista, Discépolo llegó a conducir un programa de radio que cuestionaba a “los gorilas” y que se hizo famoso: se llamaba Mordisquito.