El retorno del lockout y un diverso menú de rumores para todos los gustos dominó ayer las operaciones en la city. Pese a las versiones que difunden los medios de corridas y de devaluación, el Banco Central continúa abultando sus reservas y el tipo de cambio se mantiene estable en 3,20 pesos. Para contener la cotización del dólar, la autoridad monetaria se está concentrando en el mercado de futuros, operando marginalmente en el segmento de contado.

Más allá de los rumores, la estabilidad del tipo de cambio está asegurada por el instituto emisor, que con más de 50 mil millones de reservas está dispuesto a intervenir en el mercado de divisas para evitar variaciones bruscas. Los operadores están inquietos y piensan permanecer así hasta que finalice el conflicto entre el campo y el Gobierno. Esta situación los lleva a desarmar posiciones y a refugiarse en dólares. De todas formas, en sus comentarios señalan que el comportamiento del Banco Central, interviniendo cuando es necesario para responder a las presiones sobre el tipo de cambio, tranquiliza a inversores. Como lo hizo durante gran parte de la semana que pasó, el viernes el BC negoció una cifra cercana a los 100 millones de dólares a futuro. En el mercado diario ofreció alrededor de 50 millones que habían ingresado al tesoro de la entidad producto de la revaluación de reservas. Cerca de finalizar la jornada el Central recompró algunos millones de lo que había inyectado por lo que sus reservas terminaron la semana en 50.238 millones de dólares. Así, la cotización minorista se mantuvo invariable y la mayorista cedió para terminar en 3,176 pesos. Por el lockout los exportadores están liquidando un 50 por ciento menos de divisas.

Por su parte, el público minorista reproduce rumores de nuevos corralito, devaluaciones, desdoblamiento del tipo de cambio y en algunos sitios web se menciona inclusive la posibilidad de que el Estado se apropie de las cajas de ahorro para constituir un fondo solidario. Todos disparates. Economistas de la city comentaron asombrados que en los últimos días recibieron varios llamados de “amigos de amigos” consultando sobre estas versiones. Algunos analistas observaron que el impacto de los disparatados rumores se tradujeron en un leve aumento de una demanda precautoria de divisa y en una morosidad en la renovación al momento del vencimiento de plazos fijos. Los dólares se refugian en cajas de seguridad, explican en los bancos. Desde la city comentaron que el miedo de los ahorristas “se entiende desde una mirada histórica, pero hoy más allá de la incertidumbre política por la falta de acuerdo entre el Gobierno y el campo, no existe ninguna señal macroeconómica que sea alarmante”. Y agregaron que “la demanda minorista es genuina por sus miedos pero es pequeña y con el tiempo se va diluyendo”. Por el momento, los bancos no demuestran gran preocupación por la situación.

En tanto, luego de estar cotizando casi todo el día en negativo, el Merval cerró la jornada con un alza del 0,6 por ciento. Tímido y cauteloso comportamiento si se considera que algunas de las empresas líderes presentaron sus balances para el primer trimestre reflejando importantes aumentos en sus ganancias. Por su parte, los cupones PIB recuperaron 1,2 por ciento.