El vicepresidente Julio Cobos aseguró que la carta abierta en la que pedía la apertura del diálogo y que el Congreso tuviera mayor injerencia en el conflicto agropecuario no fue acordada con la presidenta Cristina Kirchner ni con su marido, Néstor Kirchner. Además, contó que en los últimos días le planteó al ex presidente que en su mandato se necesitaba una autoridad fuerte, pero que ahora “la gente votó por mayor institucionalidad, más acuerdo y más diálogo”. Resuelto a conseguir un perfil propio dentro del Gobierno, Cobos explicó que no quiere terminar generando “un enfrentamiento” con los Kirchner pero que va a defender sus convicciones.

Desde que apareció tallando en el conflicto agropecuario, primero con la carta abierta y luego con una sorpresiva convocatoria a una reunión con gobernadores que se concretó ayer (ver página 7), Cobos dosificó sus apariciones en los medios. Pero el fin de semana estuvo en su casa de Mendoza y le dio una entrevista al diario local Uno donde contó sus puntos de vista sobre la crisis y marcó diferencias con la estrategia de la Casa Rosada.

El vicepresidente explicó que la carta abierta no estaba acordada, pese a que aquel sábado habló en dos ocasiones con la Presidenta para decirle que veía mal las cosas y que consideraba que la detención del productor Alfredo De Angeli en Gualeguaychú había sido “innecesaria”. “Mirá, si el interlocutor es (Luis) D’Elía, decime y salgo yo, pero tiene que salir alguien”, contó que le dijo a Cristina Kirchner. Ella entonces le respondió que después saldría a hablar el jefe de Gabinete Alberto Fernández, aunque el que lo hizo finalmente fue el ministro del Interior, Florencio Randazzo. Luego Cobos tomó la decisión de difundir la carta, adelantándosela solamente a algunos radicales K como el diputado Daniel Katz para que no se apresuraran a hacer declaraciones.

Cobos se refirió al tono de los actos de los Kirchner: “Una vez en una reunión con Kirchner le dije: ‘Mirá, tu época se vivió de otra manera, necesitábamos una autoridad fuerte, pero ahora estamos viviendo otra época, la gente votó por mayor institucionalidad, más acuerdo y más diálogo’. Todos los actos que se hacían antes eran sin cantar la marcha peronista, en teatros cerrados. Si cuando hacíamos los actos nosotros decía que parecíamos la pata peronista porque eran los actos más públicos, más masivos. Resulta que después, no sé por qué, hizo ese giro”.

También reveló que solía mantener contactos a diario con los titulares de la CRA, Mario Llambías, y de Coninagro, Fernando Gioino. Que incluso intervino y llamó al jefe de Gobierno Mauricio Macri para que consiguieran la autorización que necesitaban para instalar una carpa frente al Congreso, tema por el que ayer se generó un entredicho (ver página 8). Dijo que incluso les llegó a plantear si levantarían el paro en caso de que el tema “se llevaba al Congreso sacando las retenciones”.

Con respecto a la reunión que hizo ayer en el Senado, consideró que “es una lástima” que el Gobierno hubiera trabajado para debilitarla y que lo decepcionaba que gobernadores como Daniel Scioli o Jorge Capitanich no concurrieran. “Si vamos a hablar de la política del agro tenemos que escuchar a los gobernadores”, justificó. Incluso, reveló que les aconseja a los jefes provinciales que le discutan al Gobierno las retenciones petroleras con el barril ascendiendo de manera imparable.

El vicepresidente confesó en la entrevista su intención de ganarse “de a poco” un lugar independiente dentro del Gobierno. “Voy a defender mis ideas sin enfrentar. La mejor lealtad es la defensa de las propias convicciones. Yo he tenido suma paciencia, he acompañado y sigo acompañado todo”, cerró.