Muchos de los cuestionamientos que recibió ayer el ministro Mariano Narodowski estuvieron dirigidos a la participación de la Fundación Cimientos en el proceso de otorgamiento de becas. Se trata de una ONG con la cual el Ministerio de Educación firmó un convenio para el monitoreo de la entrega de becas, especialmente en tres escuelas de la zona sur de la ciudad. “No entendemos por qué una fundación va a manejar información sensible sobre alumnos, que ni siquiera tiene la Legislatura”, alertó la diputada Patricia Walsh, de Nueva Izquierda.

Cimientos es una fundación presidida por el dirigente macrista Carlos Tramutola. En su consejo asesor figuran desde Narodowski hasta el ministro de Educación nacional, Juan Carlos Tedesco. La fundación se dedica a otorgar becas a estudiantes de todo el país y tiene entre sus padrinos a bancos, compañías de seguros y empresas multinacionales como Monsanto, Skanska y Coca Cola, por mencionar algunas.

A la diputada Walsh le llamó la atención la presencia como cocoordinadora del Programa de Inclusión Escolar del Ministerio de Educación de Magdalena Laffaye, quien había sido la responsable del otorgamiento de becas de la Fundación Cimientos. “No sabemos si la funcionaria sigue ocupando ése u otro lugar en la fundación”, se preocupa la legisladora.

Narodowski aclaró ayer que el otorgamiento de becas sigue en manos del Estado porteño, y que la función de la fundación es sólo de asesoramiento. Pero la explicación no conformó a los diputados.

Según explicó hace una semana el viceministro de Educación, Walter Bouzada, la misión de Cimientos es realizar un monitoreo de 1000 becas entregadas en tres colegios de la zona sur de la ciudad. Esa tarea se lleva a cabo en el marco de un convenio que firmó Mauricio Macri con su correligionario, el presidente de la fundación.

Ese acuerdo marco se complementa con otro, específico, firmado hace apenas unos días, el 26 de agosto último, por el ministro Narodowski. A través de ese acuerdo, se llevaría a cabo un Plan Piloto de Fortalecimiento del Programa de Becas mediante el cual la fundación le brinda “apoyo técnico” al ministerio. “Lo preocupante es que el ministerio se obliga a proporcionar información y documentación relacionada con el objeto del acuerdo”, afirmó Walsh. Y expresó su temor de que a partir de estos nuevos criterios “se asocie la vulnerabilidad con el rendimiento de un alumno que recibe becas”.