Hoy no habrá clases en las escuelas estatales de la provincia de Buenos Aires. Los docentes realizarán un paro de 24 horas, el quinto del año, en reclamo de un aumento del 20 por ciento. La medida de fuerza de los gremios repercutió dentro del gabinete de Daniel Scioli, a quien ayer el director general de Educación, Mario Oporto, presentó su renuncia. El funcionario fue ratificado en el cargo por el gobernador, pero el episodio refleja lo difícil que está siendo la negociación con los maestros. La provincia les había ofrecido la semana pasada una recomposición del 12 por ciento, que fue considerada insuficiente en las consultas que los sindicatos realizaron con sus bases. La disconformidad con la propuesta nace de la franja de los sueldos más bajos, aseguró el titular de Suteba, Roberto Baradell. El salario de bolsillo inicial de los maestros es de 1290 pesos.

Oporto ratificó en declaraciones hechas a lo largo del día que no habrá una mejora de la última oferta salarial. “Sería una estafa para los contribuyentes de la provincia estar invirtiendo 1500 millones de pesos para que no haya clases de todas maneras”, señaló el funcionario, que más tarde puso su renuncia a disposición de Scioli. Si bien se especuló con la posibilidad de que le fuera aceptada, al cierre de esta edición voceros de la gobernación aseguraron que Oporto había sido ratificado en su cargo. “Daniel está muy conforme con lo que está haciendo y sigue confiando en él. Ni siquiera estudió la posibilidad de aceptársela”, aseguraron.

El responsable de educación provincial, en respuesta al paro, extendió el ciclo lectivo una semana en diciembre para alcanzar el mínimo de 180 días de clases y anunció que descontará los días no trabajados. Su postura fue respaldada por el ministro de Educación nacional, Juan Carlos Tedesco, que dijo estar “de acuerdo en que se dé una semana más de clases” y remarcó que “en la provincia estamos en un contexto de que por cualquier cosa se apela al paro”. Agregó que “el reclamo es legítimo, pero hay que ver la realidad”.

La provincia argumenta que el aumento ofrecido durante este año a los docentes fue en promedio del 38 por ciento. Con el aumento ofertado, el sueldo inicial docente pasaría de 1290 a 1400 pesos. Sin embargo, los maestros quieren que ese piso sea un poco más alto, para llegar por lo menos a 1450 pesos. En las consultas que se hicieron en las escuelas, dicen en los sindicatos, uno de los principales argumentos fue la necesidad de que los ingresos más bajos tengan un reajuste que equipare el aumento en el costo de la vida. El rechazo a la oferta oficial fue muy fuerte en la Federación de Educadores Bonaerenses, donde el “no” obtuvo el 70 por ciento de los votos. En cambio, dentro de Suteba el resultado fue mucho más ajustado, con un 52 por ciento de votos por la negativa.

Baradell señaló que el conflicto entró esta semana “en un punto de mayor complejidad” porque en la última reunión del Frente Gremial Docente con Oporto “le planteamos la necesidad de continuar discutiendo en paritarias y no obtuvimos respuesta alguna”. Baradell destacó que “estamos hablando de sueldos que son de mil pesos, no de tres mil pesos”.