Con la tranquilidad que le dio la falta de mérito en la causa de espionaje, la cúpula de la Armada se abocó ayer a la organización del acto en que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugurará el nuevo edificio de la Escuela Nacional de Náutica, en Retiro. A pesar de que el Ministerio de Defensa dio instrucciones para que no se siga llamando cadetes a los casi cuatrocientos estudiantes que se forman para tripular la Marina Mercante, desde el Edificio Libertad pretenden que un gran grupo de oficiales participe el jueves del acto y dejar en segundo plano a los mercantes.

En el conocido como Edificio Azul tienen otro motivo de inquietud: ayer se empezó a sustanciar un sumario porque tres alumnos le habrían aplicado submarino seco a otro. La tortura que implica tapar la cabeza con una bolsa hasta llegar casi a la asfixia fue denunciada por la propia víctima ante las autoridades de la escuela que antes funcionaba en el edificio de la Escuela de Mecánica de la Armada.