Marco Aurelio García, asesor de la Presidencia para Asuntos Internacionales y uno de los principales consejeros de Lula, sonríe y no contesta directamente cuando se le pregunta si la cumbre de Sauipe da por enterrada la famosa doctrina Monroe, según la cual América latina era el patio de atrás de EE.UU. “En un mundo cada vez más multipolar como el actual, América latina tiene que mantener una identidad propia y esta cumbre es un paso en ese camino. Una ocasión, la primera, para reunirnos todos los países de América latina y del Caribe, sin nadie más, y de analizar nuestras necesidades de integración y de desarrollo.” La presencia de Cuba, y su integración en el Grupo de Río, subraya esa independencia de criterio. “Es importante que nuestro amigo Raúl Castro participe en estos debates”, asegura García.

El asesor presidencial de Lula no cree que el creciente liderazgo regional de Brasil esté despertando recelos en otros países latinoamericanos. Pero reconoce que es importante que Brasil se mueva con calma. “No es nuestra aspiración ejercer ningún liderazgo que pueda comprometer el objetivo de mayor integración y autonomía latinoamericana”. Sobre los problemas planteados por la decisión del presidente ecuatoriano de no pagar la deuda contraída con el banco brasileño BNDES, Marco Aurelio García señala que se tratará a nivel bilateral.

* Por Soledad Gallego-Díaz, de El País de Madrid. Especial para Página/12.