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¿En qué estado está el llamado plan de radarización?

–No lo llamaría plan de radarización, ese plan estuvo previsto en un decreto, en ese momento se diseñó un plan de muchísimos radares, quizás una cantidad no necesaria para un adecuado control del espacio aéreo. Reunimos una comisión de las Fuerzas Armadas, Fuerza Aérea sobre todo, y se determinó cuáles eran los radares indispensables para la aviación comercial primero. Esos once radares son los que se encargaron a Invap, sumados a los que ya existían en el país y al que agregamos en función del problema que hubo con un radar en Ezeiza por un rayo, mientras se reparaba alquilamos un radar de urgencia. Creo que en febrero se completan los ocho primeros radares que entregó Invap y quedan por entregar otros 3 hasta el 2010, incluido el prototipo inicial que estaba en Bariloche, que se sometió a todas las pruebas y controles que nos permiten decir que estamos con radares seguros que funcionan adecuadamente. En cuanto a radares militares, robustecimos lo que ya teníamos, dos radares en Misiones y Chaco que funcionaban seis horas por día, les ampliamos los horarios. Además recibimos como donación del gobierno español unos radares que ellos sacaron de uso y los reemplazaron por unos de última generación. Estamos haciendo las torres para emplazarlos. También trasladamos algunos radares del Ejército que estaban en Mar del Plata, que habían quedado ahí desde la Guerra de Malvinas, al norte para reforzar los controles fronterizos en todo lo vinculado al narcotráfico y el contrabando. Hicimos también un convenio con las autoridades judiciales y de seguridad a los efectos de que los vuelos de la Fuerza Aérea pudieran transmitir novedades de vuelos irregulares on line: preparar un informe al aterrizar y dárselo al juez de turno era para la estadística.

–También hay una licitación internacional para la compra de tres radares.

–Es una licitación que ya lleva varios meses, porque las cuatro empresas se impugnan entre ellas. Se ha superado la etapa de admisibilidad y hemos entrado en la segunda etapa en la que se va a analizar la calidad del radar que se ofrece, los precios y demás condiciones. La licitación es por 150 millones de pesos, son cuatro empresas una norteamericana a través de un representante, una francesa y dos empresas chinas (N de R: la estadounidense es Northrop, representada por Traktel, y la francesa Thompson). Espero que los sobres se abran a mediados del año que viene, porque estas dificultades entre las empresas nos están demorando. Esos radares, más la extensión de los horarios, más los españoles, nos permitirán cubrir muy adecuadamente las zonas más débiles.