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El ataque al domicilio de Miguel Bonasso remite a uno de similares características ocurrido hace apenas tres meses: el que sufrió Estela Carlotto. El atentado contra la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo tuvo lugar en la madrugada del 20 de septiembre pasado, cuando desconocidos dispararon contra su domicilio con armas similares a las que suele usar la policía. “Si hubiese tenido el impulso de salir de mi dormitorio cuando escuché los tiros, me hubieran dado en la cabeza”, comentó Carlotto después de aquel atentado y no exageraba: las marcas del ataque del que fue víctima podían verse en las paredes del living de su casa, por el que un rato antes había caminado para ir al baño. Los agresores realizaron en total cuatro disparos con dos Itakas diferentes desde dos puntos fijos cercanos a la fachada de la casa. De inmediato, Carlotto relacionó el atentado con la denuncia sobre las prácticas de “terror” de la Policía Bonaerense que dos días antes había realizado junto a representantes de otros organismos de derechos humanos. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Juan Pablo Cafiero, calificó el hecho como un “atentado político”. El ataque fue ampliamente repudiado y Carlotto recibió innumerables muestras de apoyo.