“El responsable político es Macri”, dijo ayer el ministro del Interior, Florencio Randazzo, en relación con el escándalo por las escuchas ilegales en la ciudad de Buenos Aires. La declaración de Randazzo profundizó el enfrentamiento entre el gobierno nacional y la administración porteña. Ayer siguieron cruzándose fuertes acusaciones desde ambos lados. “Macri es el primero que tiene que dar explicaciones. Creó una agencia de espionaje en vez de armar la policía que prometió a los vecinos para darles tranquilidad”, cargó Randazzo. De visita en España, adonde viajó para presentarse como potencial candidato para las presidenciales de 2011, el propio Mauricio Macri aprovechó un reportaje que le hizo el diario madrileño El País para contestar las críticas del oficialismo. “Las denuncias claramente quieren correr el foco de atención. El Gobierno tiene muy poco prestigio de liderazgo, pero sí capacidad de daño”, dijo.

Desde la Casa Rosada, haciendo honor a su rol de titular de la cartera política, Randazzo se ocupó de recordar las responsabilidades sobre el jefe de Gobierno. “Macri puso como jefe de la organización a Fino Palacios, un hombre sospechado de ser encubridor en la causa de la AMIA, quien como jefe de la Policía Metropolitana comenzó a hacer un seguimiento y a escuchar los teléfonos de las víctimas de ese atentado. Y ahora podría ser jefe de una asociación ilícita de espionaje contra hombres y mujeres que lo cuestionaban a él y a Macri. Macri y Palacios se pusieron a investigar a su jefe de Gabinete (por Horacio Rodríguez Larreta), a sus diputados, a empresarios, y a sus familiares, no solamente a la oposición. Se dedicaron a hacer inteligencia para el jefe de Gobierno. Sin duda es su manera de pensar la vida y de pensar la sociedad”, aseguró Randazzo.

La respuesta de Macri llegó desde miles de kilómetros de distancia. En el reportaje, Macri acusó a la administración de CFK de “obstaculizar la gestión” del gobierno porteño. Cuando le preguntaron por la ola de protestas y cortes de calles, Macri dijo “no tener responsabilidad sobre el control del espacio público”. “Ellos (por Néstor Kirchner y CFK) no han querido transferir la fuerza policial”, agregó. “No hay nada que podamos hacer más que reclamar que se cumplan las leyes”, se sinceró el jefe de Gobierno. Macri también evaluó que los resultados de las elecciones del 28 de junio demostraban que los votantes argentinos habían dicho “basta al ciclo kirchnerista”. “Eso abre enormes posibilidades para nuestro país, para incorporarse de nuevo al mundo, para bajar la confrontación”, dijo.

Confiado en sus propias chances para el 2011, Macri pronosticó que dentro de dos años las elecciones dejarán al PRO y al radicalismo como los principales protagonistas de la política argentina. “Para mí, el oficialismo no tiene ninguna posibilidad en las próximas elecciones. Los dos candidatos de nuestro espacio, y los del radicalismo y sus aliados, serán quienes conduzcan el futuro de la Argentina”, aseguró. Aunque no descartó ni confirmó que vaya a encabezar una candidatura presidencial, Macri lo sugirió de manera indirecta. “Estoy comprometido a preparar una propuesta que entusiasme y que devuelva la esperanza a los argentinos en 2011. El PRO tendrá una buena propuesta”, adelantó.

Cuando le preguntaron por cuáles serían sus prioridades si llegara a ser presidente, Macri no dudó en defender un modelo de exportación primaria asociado a China. “Tenemos que recuperar las alianzas estratégicas, primero en la región, empezando con Brasil. Recuperar como aliado a España, que ha sido muy castigada, y sumar una alianza estratégica con el país con el que más nos podemos complementar, que es China. Argentina puede producir todos los alimentos y minerales que necesita China. Y China ha desarrollado una capacidad de infraestructura extraordinaria, que es lo que nosotros necesitamos”, dijo Macri.

El cruce de declaraciones entre Randazzo y Macri se produjo justo cuando el escándalo por las escuchas ilegales comienza a ingresar en una fase definitoria. Desde que el juez federal Norberto Oyarbide ordenó la detención del comisario retirado Jorge “Fino” Palacios, la polémica parece haber girado hacia la discusión sobre las responsabilidades políticas.