Desde Roma

Desde el vamos, Cristina Kirchner aclaró que no estaba cerrando un seminario de negocios más, como suele hacer cada vez que viaja a alguna parte del mundo. “Estamos ante un hecho algo diferente a solamente una misión comercial. Creo que estamos, ¡y enhorabuena!, ante un relanzamiento de las relaciones entre Argentina e Italia”, sostuvo ante un abarrotado salón con empresarios de los dos países –principalmente de pymes– que consiguieron cerrar 40 acuerdos de negocios. “Vengan a la Argentina, vengan a conocernos, y más que leer los diarios –porque si leen los diarios por ahí se van a llevar una impresión equivocada– vayan a ver la oportunidad de negocios que hay y seguramente una vez más los italianos van a decidir, como lo decidieron hace muchos años, que la Argentina es un buen lugar para vivir y un buen lugar para invertir”, concluyó.

El seminario duró dos días en el Hotel Excelsior, tal vez el más emblemático de la decadente pero encantadora Via Veneto, en el que solía alojarse Carlos Menem. El gobierno argentino puntualizó que había temas que le interesaba desarrollar particularmente con Italia. Uno era el de las pymes, que en Italia representan el 50 por ciento de las exportaciones. El otro era el del desarrollo regional. El titular de la UIA, José de Mendiguren, firmó ayer un acuerdo con el gobierno italiano que se comprometió a otorgar créditos a empresas de ese país para que lleven adelante proyectos de desarrollo regional en la Argentina.

“Nosotros hablamos de agregar valor en origen, que es exactamente lo mismo que la regionalización, que consiste básicamente en que aquellas materias primas o productos que son típicos de determinada región sean transformados, agregando valor en ese lugar de origen”, explicó la Presidenta en su discurso. El salón se había llenado de sillas solo hasta la mitad, pero en el momento en que llegó CFK había ya más gente parada que sentada. Antes, hablaron De Mendiguren y el titular de los industriales italianos, Cesare Trivisani.

En correcto español, Trivisani elogió el modelo argentino, recordó que los empresarios italianos no abandonaron Argentina ni en el peor momento de la crisis y también deslizó la necesidad de mantener “el pleno respeto” a las leyes y que se garanticen las reglas del juego. Luego la Presidenta lo reconvendría por haber estimado el crecimiento argentino para este año en un 6 por ciento. “Esperamos un poco más”, le dijo.

Cristina Kirchner intercaló algunas bromas. Contó una “interna” con Julio De Vido acerca de si en Argentina hay más españoles o italianos. “Parece ser que ha contabilizado también a los españoles y dice que solamente son 300 mil los que votan en Argentina y 700 mil los italianos”, contó. En su repaso de los adelantos argentinos en Biotecnología, habló de la creación de una vaca que produce leche maternizada. “¿Qué nombre tiene la vaca, ministro?”, le preguntó al titular de Agricultura, Julián Domínguez. “¿No le pusieron nombre? Hay que ponérselo. Pónganle un nombre, pero por favor que no sea el mío, de ningún modo, pónganle Rosita o algún otro nombre, el mío no”, bromeó.

Comentó que Silvio Berlusconi le dijo que uno de los datos para medir el índice de bienestar es calcular cuánto gasta la población en cosméticos. “Yo le contesté que la Argentina no tenía el cálculo en cosméticos, aunque si fuera por mí seríamos superavitarios en el área de cosméticos”, apuntó. Allí enganchó con uno de los datos que más repitió en esta gira, que hay 40 millones de argentinos y 50 millones de teléfonos celulares: “Somos el país de América, incluyendo Estados Unidos y Canadá, que tiene más celulares por habitante”.

CFK mechó datos sobre el crecimiento argentino de los últimos años con elogios a la economía italiana. “Por eso estamos muy contentos de estar aquí encabezando esta delegación de empresarios, estoy absolutamente convencida de que las rondas de negocios, los 40 acuerdos de negocios que se han podido realizar aquí, van a ser muchos más cuando vayan y conozcan in situ la Argentina, pero no solamente Buenos Aires, que es una ciudad maravillosa, también la mirada hacia el país profundo, que realmente estamos transformando.”