Tras conocerse el funcionamiento de prostíbulos en cuatro de las quince propiedades a nombre del juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni, los dirigentes de la oposición comandaron ayer la avanzada contra el magistrado, a quien le pidieron la renuncia, le reclamaron que vaya a declarar a la Cámara de Diputados y hasta amenazaron con destituirlo mediante juicio político.

El que lideró la ofensiva fue Ricardo Alfonsín, quien afirmó que Zaffaroni “debería renunciar para no hacerle daño a la Justicia”, independientemente de si estaba o no al tanto de lo que sucedía en sus propiedades, que eran manejadas por su apoderado, Ricardo Montivero, y una inmobiliaria. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, marcó distancia respecto de los radicales al pedir que no se haga “campaña” con este tema, aunque pidió que se lo “enjuicie políticamente”. Eduardo Duhalde tuvo una posición similar, dijo que el pedido de renuncia fue “apresurado”, pero le exigió al ministro “dar una explicación convincente y adecuada”. En cambio, el socialista Hermes Binner y la dirigente de Proyecto Sur Alcira Argumedo respaldaron al jurista y rechazaron los pedidos de renuncia y juicio político (ver aparte).

A menos de quince días de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, los candidatos presidenciales de la oposición salieron con los tapones de punta contra el juez de la Corte Suprema, que incluso debió desmentir el rumor de su renuncia. El primero y más duro fue Alfonsín. El radical dijo que le resulta “difícil” creer que Zaffaroni no sepa cuál es el destino que se les da a los departamentos que alquila. “Se trata de una actividad que está sancionada por la ley”, sostuvo. En verdad, la prostitución no está prohibida por la ley argentina, a diferencia de la trata de personas o el proxenetismo. “Estamos frente a un delito, del que puede tener conocimiento o no, pero en el mejor de los casos estamos frente a un gran papelón que afecta la majestad de la Justicia. Frente al papelón, para no hacerle daño a la Justicia, aunque no hubiera delito, debería renunciar”, concluyó el hijo del ex presidente.

Carrió tomó distancia del planteo radical y no acompañó el pedido de renuncia. Sostuvo, en cambio, que es necesario “preservar la Corte”, pero iniciarle un proceso de juicio político a Zaffaroni “por muchas razones”. “No hay que hacer campaña política porque demasiado nos costó tener una nueva Corte para tirarla por la borda”, sostuvo la chaqueña, en alusión tácita a Alfonsín.

Desde el PRO, Mauricio Macri sostuvo que es “un tema delicado” y evitó dar una opinión definitiva hasta contar con “mayor información”. De todas maneras, el diputado macrista Jorge Triaca anticipó que pedirán la presencia del juez en la Comisión de Juicio Político de la Cámara baja para que “haga su descargo”. En caso de que no prospere el pedido ante su presidente, el kirchnerista Luis Cigogna, también llevarán adelante esos requerimientos en la Comisión de Asuntos Constitucionales, liderada por la peronista duhaldista Graciela Camaño. Como anticipo, el candidato a presidente de Unión Popular, Eduardo Duhalde, le reclamó ayer al juez “una explicación convincente y más adecuada”.