El secretario adjunto del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, se pronunció a favor de que el diálogo entre la CGT y el Gobierno se reanude en los próximos días, ya que, según consideró ayer, el contacto entre ambas partes “está totalmente suspendido”. Dijo Moyano: “Esperamos que el próximo año se puedan retomar las conversaciones porque hay varios reclamos muy importantes que realizó la CGT y que no fueron atendidos”. Luego explicitó los reclamos a los que se refería. Nombró cuatro: el aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas, el reparto de los fondos de las obras sociales y la universalización del salario familiar.

Desde el Gobierno ya aclararon que la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas no saldría por ley: el Ministerio de Trabajo y la propia Cristina Fernández de Kirchner consideran que este tema debe resolverse en paritarias. No obstante, Pablo Moyano insistió con que “hasta ahora el Gobierno no dio respuestas al reclamo de la CGT”. De todas maneras, se mostró conciliador al hablar sobre una posible vuelta al diálogo cuando se inicie el nuevo año. Anunció, además, que la próxima reunión del consejo directivo de la CGT se realizará en febrero próximo.

Pese a todo, la tarde de ayer trajo un avance para Pablo Moyano. El Sindicato de Camioneros firmó un acuerdo con la empresa de catering aéreo Gate Gourmet, a partir del cual 150 choferes de esa compañía de capitales suizos serán incorporados al convenio colectivo de la organización. “El personal tendrá ahora mejores salarios y condiciones laborales”, dijeron las autoridades del sindicato. “Luego de tres años de lucha gremial y legal se firmó el acuerdo definitivo. Había dos fallos judiciales favorables y el permanente reclamo de los trabajadores, pero la empresa no accedía a lo que de manera legal corresponde”, agregaron. La manera en que se había manejado el gremio durante el conflicto había generado malestar en la Presidenta.