EL PAíS › TEXTUALES DE CASTRO EN LA PELICULA DE STONE
Lo que dice el comandante
Por Lola Huete Machado
“Ustedes seguirán las órdenes de su jefe, y yo también”, le dice Castro a los camarógrafos antes del luz, cámara... acción. Y el presidente cubano se dispone a interpretar el papel de su vida. Lo consigue. Fueron tres días con Fidel, por su residencia, visitando museos y calles de La Habana, escuelas, mercados, restaurantes. La conjunción de fuerzas entre el director norteamericano Oliver Stone, el equipo de producción español de Mediapro y un actor dotado del arte del encantamiento da como resultado hora y media de acercamiento a un político querido por unos, odiado por otros. “Comandante” retrata a este hombre enérgico de 77 años, vestido con uniforme militar y zapatillas Nike. El estilo Stone es evidente en el film: efectista, moderno, ágil, con profusión de planos cortos del rostro ajado, las manos inmensas y los ojos profundos de Fidel. Director y actor se despachan sobre el sentido de la vida, las amistades políticas, EE.UU., religión, gays, el asesinato de Kennedy, viagra, cine o la familia: “Rechazo mezclar la familia con la política. Esa historia de la primera dama me parece ridícula”.
Hay momentos de gran fuerza. Subidos en el coche oficial, Stone revisa los objetos que Castro lleva en la bandeja: un libro que no leerá, una pistola (“Creo que aún recuerdo cómo se usa”) y caramelos. “Menos mal que no me he traído mis papeles secretos”, dice Fidel mientras Stone le hace señas al cámara para que filme el grosor de los cristales del coche. O ese otro en que, sentados en mecedoras, hablan de la dirección de la política internacional: “Es imposible establecer un orden mundial basado en la fuerza... Tengo esperanza de que el pueblo norteamericano sea factor decisivo en la defensa de un mundo mejor”. Habla mucho Castro. Y éstas son algunas de sus polémicas palabras:
- “Nunca he dedicado ni un segundo a pensar cómo quiero que me recuerden”.
- “No veo muchas películas. ‘Gladiador’, sí, y ‘Titanic’ las vi en video. De joven me gustaban todas [las actrices], pero no recuerdo nombres. Sofía Loren, sí. Y Brigitte Bardot puede contarme entre sus admiradores. De Chaplin las vi todas”.
- “Digo incluso que sentimos vergüenza de lo que hemos hecho [en la revolución], a la vez que pienso que hicimos 10 veces más que en otros países latinoamericanos... Encontramos un país con mayoría de analfabetos, con apenas 30.000 universitarios. Hoy se gradúan 700.000; hasta las prostitutas se gradúan...”.
- “Es costumbre en toda mi vida: no me creo con derecho a divulgar relaciones que haya podido tener con una mujer”.
- “¿Qué es un dictador? ¿Alguien lo sabe? Porque yo he visto que los gobiernos de EE.UU. han sido muy amigos de grandes dictadores. Siempre he intentado resolver problemas mediante la persuasión y la autoridad moral. Nadie podrá encontrar una foto en 43 años de la policía reprimiendo al pueblo”.
- “¿Quién vendrá después de mí? Todo depende de si es dentro de 20 años, dentro de 10 o dentro de seis meses... Aun muerto, creo hoy que el destino de Cuba es el destino de nuestra causa”.
- “En EE.UU. hay una palabra sagrada. Que casi siempre que se invoca provoca un reflejo condicionado: Tal cosa pone en peligro la seguridad nacional. Eso es sagrado”.
- “En 43 años de revolución, jamás se ha torturado en Cuba”.
- “La mía no ha sido una vida sin amor, ha sido una vida con amor, pero no quiero hacerla pública”.
- “McDonald’s es un ejemplo de la tendencia hacia la homogeneización de la cultura, la destrucción de identidades”.
- “El orden mundial actual, a mi juicio, es insostenible”.