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Corralito al Congreso. El presidente de la Cámara baja, Eduardo Camaño, encontró una solución a los problemas de seguridad. Varias de las marchas de repudio que se sucedieron desde el 20 de diciembre pasado terminaron con roturas de las vallas y de las puertas vidriadas del edificio anexo del Congreso. Ayer, a la siete de la mañana un grupo de operarios trabajó a contrarreloj para soldar las vallas entre sí y atornillarlas al piso. Camaño no quería ser sorprendido por una posible manifestación durante el debate del presupuesto. Eso sí, el diputado no se preocupó en inaugurar la obra.
Mensaje a Duhalde. Con la media sanción del presupuesto en el bolsillo, el presidente Eduardo Duhalde presidirá hoy su primera apertura de sesiones ordinarias. Pero a diferencia de la Asamblea Legislativa que lo ungió Presidente, esta vez habrá una buena cantidad de bancas vacías. Como una forma de desconocer la legitimidad de Duhalde y no prestarse al “show montado por el oficialismo”, tanto el ARI como los representantes de Autodeterminación y Libertad decidieron que no bajarán al recinto. El tema está en ver cómo el PJ se dará maña para disimular esos vacíos en las bancas.
La plaza del sí. El presupuesto era el tema del debate. Pero no todos estaban concentrados en él. Tal vez porque la votación estaba asegurada, varios de los legisladores del PJ discutían sobre los pormenores de la concentración convocada para la tarde en Plaza de Mayo. La principal preocupación giraba alrededor de cómo se podía convencer a la gente que no participa de la movilización que “no hubo plata” para arriar a los manifestantes. Uno de los más preocupados era el representante por La Matanza, Luis Cigognia, quien no paraba de comentar con su pares bonaerenses.
Rechazos. No era una sorpresa para nadie la aprobación del presupuesto. Pero eso no lo detuvo al aeronáutico Ariel Basteiro, quien repartió entre sus colegas del ARI un cartel tamaño oficio con letras de imprenta donde se leía “No al Presupuesto”.