“Prefiero jugar con otros dos delanteros, para tener opciones.” La frase pertenece a Lionel Messi y parecía que Sabella la había comprendido durante las Eliminatorias. Sin embargo, el DT cambió el esquema y dejó al capitán con Agüero como únicos atacantes, con una superpoblación de zagueros que hacía imposible la circulación de pelota. Desconectado, Lio completó un primer tiempo para el olvido, a 60 metros del arco rival y, sobre todo, se mostró ausente, frustrado y sin rebeldía. Su lenguaje corporal lo decía todo. Por suerte, Sabella entendió el mensaje y mandó al campo otra referencia ofensiva (Higuaín) y al que mejor le pasa la pelota (Gago). Entonces sí, Messi se pareció a Messi. Encaró con decisión, asistió a sus compañeros y metió otro golazo con su jugada predilecta, tras recibir la descarga de Higuaín. En definitiva, con sus gestos le reafirmó sus preferencias a Sabella, sin emitir una sola palabra.