Después de la ajustada victoria, Alejandro Sabella aseguró haber quedado “conforme con el resultado y con el rendimiento por momentos sí y por momentos no”. “A veces son errores míos”, admitió el entrenador mientras explicaba el bajo rendimiento del equipo en el primer tiempo, en el que a Argentina le “faltaba llegada, complicar al rival, ponerlo en situación de riesgo. Después son decisiones que tienen que ver con gustos futbolísticos o momentos de los jugadores”.

“Más allá de tener controlado el partido, necesitábamos más porque el 1-0 era un resultado corto y no se vislumbraba el segundo gol en un partido chato en el que podía pasar cualquier cosa”, explicó sobre las carencias ofensivas en el primer tiempo y la notable mejora del rendimiento en el segundo, con los ingresos de Higuaín y Gago.

“Quizá había que hacer cambios obligados por inactividad”, dijo el entrenador, sugiriendo que Higuaín y Gago, quienes parecían titulares en el equipo ideal, pero que ingresaron recién en el entretiempo, no estaban en condiciones físicas para jugar los 90 minutos contra el equipo bosnio. “Son algunos detalles finos que uno tiene que decidir”, remarcó Sabella, y evaluó que “haciendo un balance de los dos tiempos” el puntaje argentino en el partido sería “un seis”.