El debate sobre la reforma del Código Procesal Penal tuvo un momento picante cuando se abordó la situación de los extranjeros y el tema del narcotráfico. “Todos sabemos que Rosario es la nueva Medellín”, disparó el jefe del bloque de senadores del FpV, Miguel Pichetto, dirigiéndose al socialista Rubén Giustiniani, nacido en esa ciudad. El legislador peronista estaba defendiendo el artículo 35, que establece ciertos casos en los que los extranjeros sorprendidos in fraganti podrían ser expulsados. Ante el reclamo de Giustiniani, el jefe del bloque oficialista se retractó, pero la respuesta vino del lado radical: “Si Rosario es Medellín, Argentina es Colombia”, le retrucó Gerardo Morales.