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- El 48 por ciento de las víctimas residía en zonas urbanizadas, mientras que un 35 por ciento, en barrios de emergencia y asentamientos.

- En el 62 por ciento de los casos existió una coincidencia entre el lugar de residencia de la víctima y el lugar del ilícito. Esto significa que 109 de las 176 víctimas fallecieron en el mismo barrio donde residían.

- En el 47 por ciento de los casos existió una relación previa entre víctima y victimario, no la hubo en un 28 por ciento y no se poseen datos en un 25 por ciento.

- El móvil preponderante de los homicidios registrados fue la “discusión/riña, ajuste de cuentas o venganza” (44 por ciento). En el 22 por ciento de los casos se desconoce la motivación de los hechos. El “robo” seguido de homicidio concentra el 14 por ciento, mientras que el “conflicto intrafamiliar” representa un 7 por ciento.