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Desde Moscú

La Compañía Rusa de Comunicaciones por Satélite (RSCC) es estatal y es una de las diez operadoras de satélites más grandes del mundo en términos de cantidad de satélites y posiciones orbitales. Es el equivalente, con las distancias del tamaño y la experiencia, de Arsat en la Argentina. El secretario de Comunicaciones, Norberto Berner, visitó ayer una de las sedes de la RSCC y comenzó un diálogo para trabajar en conjunto este organismo que tiene 13 aparatos espaciales en funcionamiento y que a fin de año espera tener 15.

Berner se entrevistó con varios directivos de la compañía y a nadie tuvo que explicar qué es Arsat-1, el primer satélite geoestacionario de telecomunicaciones diseñado y fabricado en la Argentina. Todos lo conocían y sabían cómo y dónde trabajaba. De hecho, una de las propuestas que escuchó el secretario se vinculaba con la posibilidad de coordinar tareas para que el satélite argentino participe del monitoreo y control de los aparatos rusos. También ofrecieron uno de sus satélites, que tiene una zona de cobertura similar a Arsat-1, para situaciones críticas o si el aparato argentino necesita expandir su cobertura o potencia debido a una alta demanda. Berner se mostró entusiasmado de poder trabajar en conjunto debido, sobre todo, a la amplia experiencia de los rusos en el asunto. De hecho, RSCC posee la mayor constelación de satélites de Rusia y cubre todo el territorio de Rusia, la Comunidad de Estados Independientes, Europa, Oriente Medio, Africa, la región de Asia-Pacífico, América del Norte y del Sur y Australia.

Berner había estado por la mañana junto al ministro de Planificación, Julio De Vido, reunido con el ministro de Telecomunicaciones y Medios, Nicolay Nikiforov, y allí conversaron sobre las políticas públicas desarrolladas por ambos países en materia de telecomunicaciones, en especial los avances satelitales y el acortamiento de la brecha digital. También se hizo mención a la posición que tanto Argentina como Rusia comparten en materia de Internet y la necesidad de internacionalizarla. “No puede ser que al final del día las leyes que rijan en Internet sean las del estado de California en Estados Unidos”, explicó el secretario.