EL PAíS
Un felipista de pura cepa
Amigo desde la infancia de Felipe Solá, el ingeniero agrónomo Raúl Rivara no sólo comparte el título universitario y la pasión por el campo que ostenta, como una marca, el gobernador. Originalmente un empresario agrícola, Rivara se involucró en política desde las áreas del Estado vinculadas con la producción agrícola: en eso también siguió los pasos de Solá. Estuvo en la Junta Nacional de Granos, luego fue senador provincial y miembro del directorio del Banco Provincia. Tras la huida de Carlos Ruckauf de la gobernación para asumir la Cancillería, Rivara fue designado como ministro de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos. Desde ese puesto se peleó con varios ministros de la Alianza y luego duhaldistas, como Hernán Lombardi y Roberto Lavagna, por temas tan variados como la construcción del estadio único de La Plata o el desvío de recursos del Fondo Hídrico, por lo que en su momento responsabilizó a Lavagna. Tiene 55 años y un hobby original: coleccionar autos antiguos como el coche marca “Justicialista” diseñado en el segundo gobierno de Perón.