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Sexo explícito. En los tribunales de Comodoro Py le ponen ese nombre a la última resolución de la Sala II de la Cámara Federal en la causa de Lázaro Báez. Con la firma de Eduardo Farah y Martín Irurzun (Horacio Cattani está ausente), los camaristas señalaron que el juez Sebastián Casanello debe investigar “la ruta del dinero K” (sic), términos con el que ya prejuzgan todo el caso y es el usado por los medios afines al gobierno de Mauricio Macri. Eso es lo que motivó la calificación de que es una resolución-sexo-explícito.

La misma Sala II todavía no resolvió el grotesco por la acusación de que el juez Casanello estuvo reunido con Cristina Fernández de Kirchner en Olivos. De forma insólita, los camaristas se convirtieron en instructores y le pidieron un informe a la Policía Federal. Las conclusiones fueron que no hay ningún indicio de que haya existido el encuentro entre el juez y la entonces presidenta. Aún así, la Sala II, no resolvió la recusación contra el magistrado: “Es la recusación más larga de la historia”, comentan en los pasillos.

La Cámara afirmó que Casanello debe investigar no sólo a Báez sino la existencia de relaciones con irregularidades en la obra pública, Hotesur, Los Sauces y otros expedientes. Sin embargo, todas esas causas tienen jueces, por lo cual Casanello delegó la investigación en el fiscal Guillermo Marijuán, que está asistido por otros fiscales que eligió.

Como se señala en la resolución calificada como sexo explícito, el objetivo es ver si se encuentran elementos contra Cristina. Lo demás, importa menos.