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Cossio, ex de la DGI, aseguró que también él cobró un sobresueldo

Dijo que lo hizo una sola vez y contó que otros funcionarios también lo hicieron. Otro testimonio, de un ex auditor de la Secretaría de Recursos Naturales, dijo que ese organismo no contaba con partidas para gastos reservados.

Por I. H.

Ricardo Cossio entró mascando chicle a la sala donde se juzga a María Julia Alsogaray. Mientras se acomodaba en la silla hizo una reverencia general y a la ex funcionaria le dedicó un guiño de ojo. Como algo de lo más natural, enseguida contó ante el tribunal que cuando era jefe de la DGI, en 1991, fue a pedir un aumento salarial y le ofrecieron un sobresueldo de 4000 pesos basado en la ley secreta de fondos reservados, que cobró una sola vez. “Varios decían que cobraban, en el Ministerio del Interior y de Economía”, dijo el ex titular del ente recaudador. Aún es controvertido si testimonios como éste favorecerán a la ingeniera, ya que ella justificó parte de su aumento patrimonial en el mismo tipo de ingreso extra. Otro testigo de ayer, sin embargo, la complica: un ex auditor de la Secretaría de Recursos Naturales dijo que el presupuesto de ese organismo no incluía partidas de dinero reservado.
El que destapó la olla de los sobresueldos la semana pasada fue Roberto Martínez Medina, un ex secretario privado de Raúl Granillo Ocampo que acusó a su antiguo jefe de haber cobrado 50 mil pesos en negro por mes durante más de dos años, cuando era ministro de Justicia. Por esa revelación, quedó abierta otra causa que instruye el fiscal federal Guillermo Montenegro (ver aparte), pero en el juicio contra María Julia siguieron las confesiones en el mismo sentido.
Cossio se presentó ante los jueces del Tribunal 4 enumerando sus señas particulares: vive en el Tortugas Country Club, tiene 54 años, comandó la DGI en la dictadura (entre 1978 y 1982) y en 1991 se quejó porque le pagaban mal. “Ganaba bastante menos que otros funcionarios. Me parecía injusto y no me alcanzaba. Se lo comenté a (Carlos) Tacchi, que a los quince o veinte días me dijo: ‘Ricardo, hay un sistema por el cual secretarios y subsecretarios pueden cobrar una remuneración extra por la ley (secreta) 18.302’”, relató. Así fue, dijo, como le asignaron los 4000 pesos. “Me los pagó mi jefe en mano y le firmé un recibo”, dijo en alusión a Tacchi, ex secretario de Ingresos Públicos, que falleció en 1998.
“Era un ingreso que había que declarar, que no tributaba impuestos y justificaba incrementos patrimoniales”, detalló Cossio, de voz resonante y barba candado gris. Los percibió sólo una vez porque después, según explicó, consiguió una rejerarquización que le daba cerca de 15 mil pesos. Igual dijo que tenía entendido que otros cobraban, en las carteras de Interior y Economía. A la ley de fondos reservados dijo que nunca tuvo acceso, que en realidad Tacchi se lo negó. “¿Ustedes la tienen?”, les preguntó a los jueces con aire de sorprendido. “Eso es un secreto”, le contestó, burlón, el presidente del tribunal Horacio Vaccare.
María Julia miraba con beneplácito al ex jefe del órgano fiscal. Estaba vestida con un trajecito marrón tirando a borravino y satisfecha –dicen allegados a la defensa– con los testigos que ya admitieron el pago de sobresueldos. Esto es así porque uno de los tantos argumentos que usó e intenta sostener para justificar su incremento patrimonial de 2,5 millones de pesos dice que recibió 622 mil pesos en carácter de fondos reservados entre 1992 y 1997 y que eso era algo habitual y legítimo. He ahí varias preguntas del millón: ¿Era legal el cobro de ese plus? ¿Alsogaray realmente lo cobró? ¿Estaba permitido usar esa plata para gastos personales?
Hasta ahora, ningún tribunal contestó esos enigmas, a pesar de que son tema de análisis en otras causas. El Tribunal Oral 4 tendrá oportunidad de hacerlo. Según la ley secreta que invocan los ex funcionarios menemistas que reconocen haber cobrado sobresueldos, los fondos reservados estaban destinados “exclusivamente a los organismos que tengan servicios atinentes a la seguridad del Estado”. Los fiscales de instrucción Eamon Mullen y José Barbaccia, que investigaron a María Julia, verificaron que la Secretaría de Recursos Naturales no recibía fondos secretos.
Eso lo confirmó otro ex colaborador de Alsogaray que declaró ayer. Se trata de Jaime Wolinsky, un ex auditor de la Secretaría de Recursos Naturales, que dijo que en ese organismo sólo “había una retribución llamada unidades retributivas”, a modo de complemento salarial blanqueado, pero “no eran fondos reservados”. “Lo recibían la secretaria, los subsecretarios y alguno que otro funcionario”. De los sobresueldos, dijo, se enteró “por comentarios” de pasillo.

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