EL PAíS
Otras voces
- Aníbal Fernández, ministro del Interior: “El Poder Ejecutivo no participa de este tipo de decisiones. En este gobierno no hay nadie que esté accionando ni presionando, ni induciendo el pensamiento del Poder Judicial, razón por la cual algún derecho tenemos de decir que no hay ninguna acción de persecución por lo menos del poder político contra el doctor Menem. Durante muchos años el Poder Ejecutivo ha tenido algo que ver en las acciones o en las decisiones de el Poder Judicial en la Argentina. Si alguno de los jueces cometiera –yo no tengo forma como evaluar eso– alguna actitud sobredimensionada contra la figura del ex presidente, hay herramientas como para reparar esa acción y sancionar al magistrado. Lo que nosotros no podemos decir es que haya excesos porque no tenemos forma de demostrarlo y porque además el Poder Ejecutivo no participa de este tipo de decisiones”.
- Eduardo Menem, senador nacional: “Kirchner está tratando de quedarse solo en la escena política sacando al ex presidente. Que un presidente que llegó al poder con el 22 por ciento de los votos, prestados, tome actitudes de hacer lo que quiera, me parece que no es el camino correcto. Los magistrados reciben instrucción del Poder Ejecutivo y por todos los medios tratan de perjudicar al ex presidente. (El ministro de Justicia) Gustavo Beliz es un resentido que tiene reacciones histéricas. Beliz está donde está porque Carlos Menem le dio la oportunidad de estar en la función pública. Urso y Oyarbide tratan de despegarse del origen de su designación porque tienen una fuerte influencia del poder político. Tanto Duhalde como su esposa conocen que desde el Gobierno se ha bajado la orden de que a Menem hay que meterlo preso. Duhalde dijo la verdad, lo dijo porque conoce. Es tan evidente que hay una persecución política que no sólo Duhalde lo dice. Menem va a venir a la Argentina cuando tenga las suficientes garantías, es decir, cuando el juez Oyarbide y el juez Urso se aparten de las causas”.
- Chiche Duhalde, diputada nacional: “No estoy defendiendo a Menem, simplemente en ese caso puntual me parecía que había un exceso de la Justicia y tal vez de mi parte fue una ingenuidad haber dicho lo que sentía. No porque una persona no coincida políticamente conmigo voy a destruirla permanentemente y no decir lo que pienso. Mi intención no era mostrarme a favor de Menem, sino ser seria y justa en mis apreciaciones, pero de eso se arma luego un escándalo sin fin. Es lamentable pensar que mis expresiones hacia el caso judicial de Menem fueron porque estamos ocultando algo. Tanto yo como mi esposo estamos con una tranquilidad absoluta de conciencia”.