EL PAíS › EL MENEMISMO SUPONE QUE SU JEFE SERA EL PROXIMO QUE CITARA SPERONI
“No puedo descartar que sea detenido”
Por Diego Schurman
Tomó mate. Vio el triunfo de River por televisión. Y conversó con decenas de partidarios que lo fueron a saludar a La Rioja. Pero ninguna de esas distracciones logró quitarle la tensión que le generó el arresto de Domingo Cavallo. Más que la suerte de su ex ministro, Carlos Menem comenzó a temer por la propia. El fantasma del retorno a prisión volvió a invadir su cabeza.
La noticia le llegó temprano. Pero ante la prensa local se hizo el distraído. A la tarde conversó profusamente con Oscar Salvi, uno de los abogados que logró liberarlo de la quinta de Don Torcuato.
Ya en el crepúsculo, Salvi mostró interés por saber la situación procesal y las razones de la detención de Cavallo. La falta de datos alentaron las especulaciones. Hubo muchos que encontraron similitudes entre la víspera de los arrestos de Cavallo y de Menem: ambos pidieron una autorización para salir del país –algo que les fue denegado– y también sufrieron un adelantamiento de la indagatoria.
La preocupación del ex presidente se tradujo en sucesivos llamados a sus asesores legales. Estaba obstinado en entender la decisión del juez Julio Speroni.
Salvi habló del tema sin ambages:
–Temor, lo que se dice temor no tengo. Lo que no puedo decir es que descarto absolutamente que sea detenido porque si no estaría quitándole discrecionalidad al juez –le dijo a Página/12.
En el menemismo había diversas lecturas de la determinación del magistrado. Los decretos que permitieron el supuesto contrabando de material bélico llevan las firmas de tres ministros, entre ellos la de Cavallo, y también la de Menem. ¿Por qué el ex presidente tendría menor responsabilidad que su ex ministro?
Algunos integrantes de su defensa –no todos piensan igual– aseguran que hay varias razones para marcar diferencias. Arguyeron dos al paso:
- Cavallo tuvo mayor intervención en el tema, además de ser, como ministro de Economía, responsable de la Aduana.
- En su primera indagatoria ante Speroni, Cavallo había apuntado hacia el interventor de Fabricaciones Militares, Luis Sarlenga, librando de toda sospecha a Menem.
Otros prefieren igualar a Menem y Cavallo, quizá con un argumento más débil. “¿Qué funcionario pueden cometer contrabando en contra de la propia administración? Es antijurídico, no puede haber delito”, estiman.
Es curioso. Cuando estaba detenido Menem, sus hombres pedían la indagatoria de Cavallo. Como éste era ministro de Economía de Fernando de la Rúa, suponían que esa sola demanda ejercería la suficiente presión como para favorecer la situación de su jefe.
Ahora, hay menemistas que pregonan por la libertad de Cavallo como la llave para evitar la de Menem.
En Tribunales dan por hecho que el ex presidente será convocado a una nueva indagatoria. Como el menemismo trabajó para sacarle al juez Jorge Urso la causa armas de sus manos y así trasladársela a Speroni, podría sospecharse que no habrá peligro a la vista para Menem.
Sin embargo, la maniobra también pudo haberse entendido en su momento como una necesidad de evitar a toda costa a Urso, a quien lo siguen considerando un “enemigo”, sin que eso signifique que Speroni le dé a Menem garantías de libertad.
Por ahora, de las palabras del menemismo, surgen elogios hacia el magistrado. “Respeto las decisiones judiciales y en especial la de ese juzgado y sus empleados que, entiendo, son gente muy honesta”, comentó Martín Menem, sobrino de Carlos y uno de los referentes de su equipo de defensa, en el que también participa Oscar Roger.
–¿Entonces, está bien detenido Cavallo? –preguntó este diario.
–Entiendo que no. Pero prefiero no opinar sobre la situación de Cavallo. Se va a hacer justicia tarde o temprano.
–Usted sabe que hay posibilidades de que Menem vuelva a quedar detenido.
–Jurídicamente, no tiene chance de quedar detenido.
–¿Por qué me remarca jurídicamente?
–Porque no descarto que pueda haber otros factores en una Argentina tan política y socialmente convulsionada.
No sería raro que Menem hable del tema durante el acto que tiene programado para mañana en La Rioja, donde presentará un programa de gobierno para el 2003 bajo el título “La Fundación de la Segunda República”. Hasta allí se trasladaron cientos de sus acólitos, entre ellos el inefable Javier Mouriño.
Lo que nadie pudo recoger es la opinión de Carlos Corach, el ex ministro del Interior que supo estar enfrentado con Cavallo tras aquel sainete de la “servilleta” con los nombres de jueces afines al gobierno menemista. Pablo Pernicone, su vocero, dijo que el ex funcionario no quería referirse al tema. Corach se encontraba ayer en la costa este de los Estados Unidos y la próxima semana viajará a Oxford para participar de un seminario sobre reforma política y federalismo.
Otro menemista que mantiene fuertes diferencias con Cavallo es Alberto Kohan. El ex secretario de la Presidencia se encontraba en el país, pero de todos modos halló la forma de no comprometer demasiado su opinión: “Los fallos de la Justicia deber ser respetados. Se puede estar de acuerdo o no con ellos, pero hay que respetarlos porque para eso está la Justicia”.
La tensión sobrevuela.