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Las organizaciones de defensa de los derechos de la mujer en Argentina reclaman desde hace años la implementación de un procedimiento para la atención médica de mujeres que abortaron similar al dispuesto ayer en Uruguay. “Una mujer que se realiza un aborto y llega al hospital con una hemorragia debe ser bien atendida por los médicos y además le deben brindar la información necesaria para no quedar nuevamente embarazada”, sostuvo la titular de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM). En tanto, el Foro por los Derechos Reproductivos reveló que la atención a pacientes con abortos realizados aumentó el 46 por ciento en los hospitales públicos de Buenos Aires, con respecto al año pasado.
Las especialistas consultadas por este diario recalcaron que la preocupación por la vida de la mujer está más avanzada en Uruguay que en la Argentina. Según detallaron, esa preocupación se evidencia en la actitud misma de los médicos de ese país hacia las pacientes. “Me parece que es importante que los médicos entiendan que esas mujeres deben tener una buena atención. Se sabe que hay malos tratos hacia ellas, que no les ponen anestesia para hacer el legrado, por ejemplo. Hay toda una cosa peyorativa como que la mujer se embarazó para después abortar”, advirtió la médica y presidenta de FEIM, Mabel Bianco.
Una de las consignas de las organizaciones es que la mujer debe recibir información sobre métodos anticonceptivos para no reincidir: “La mujer no aborta porque quiere, sino por muchas otras razones, la principal es porque ignora la existencia de métodos para prevenir embarazos no deseados”, detalló Bianco.
“En la Argentina no hemos conseguido que se normatice la atención posaborto. Estamos luchando para eso. No queremos que una mujer sea mal atendida, no se le dé información para prevenir un próximo embarazo y a los pocos meses vuelva al hospital por otro aborto realizado”, dijo Bianco. La principal causa de muerte de una mujer en Bolivia, Uruguay, Paraguay y Argentina es por complicaciones por abortos “que efectúan ante la desesperación de quedar embarazada y recurren a métodos caseros que les cuestan la vida”, recalcó Bianco.
Además, advirtió que “una mujer no va a un hospital, tras hacerse un aborto, porque tiene miedo”. “Hay que desmitificar esto –indicó–. Hay que quitar ese miedo. No es posible que no se hable sobre un tema que es causa principal de muerte en las mujeres en este país. Es algo que todos sabemos. Una mujer que no asiste a un hospital porque tiene miedo de que la arresten está poniendo en peligro su vida.”
Las consecuencias de la aplicación de diferentes métodos abortivos es un punto que preocupa a todas las organizaciones que defienden la vida de la mujer. “Los beneficios de la información serían que muchas mujeres que de todas maneras decidan abortar no pongan en riesgo su vida. Es obligatorio para el médico proteger la vida de la mujer. En la práctica, hay muchos médicos que saben que tienen que darles información a sus pacientes y lo hacen”, detalló la médica psicoanalista y presidenta del Foro por los Derechos Reproductivos, Martha Rosenberg.
Actualmente, el Foro lleva adelante una investigación, que aún no finalizó, para analizar cómo se trata a las mujeres que llegan con complicaciones por aborto en los hospitales de Buenos Aires. Según Rosenberg, “han aumentado muchísimo las internaciones de mujeres con complicaciones en casos de abortos. Se produjo un aumento del 46 por ciento, con respecto del año pasado. Eso es algo preocupante”.