EL PAíS › LA VISPERA DEL VOTO EN VENEZUELA
Calma y negociaciones
Fue un sábado de calma en Venezuela, con apenas un incidente muy menor en un pueblo del interior, en que un grupo de chavistas se peleó con uno de opositores. El presidente Hugo Chávez se mostró relajado –“es prácticamente imposible una derrota bolivariana”, dijo– y avisó que pasaría una noche tranquila leyendo Cien Años de Soledad. En su reunión con los enviados internacionales César Gaviria, secretario general de la OEA, y Jimmy Carter, ex presidente demócrata norteamericano y ya veterano veedor de elecciones, Chávez expresó una sola preocupación: cómo se puede portar la oposición cuando se entere que perdió el plebiscito.
Chávez le explicó a Carter y Gaviria que “todas las matemáticas dicen que es imposible que perdamos. Incluso las tendencias de las últimas horas. No puedo dar cifras, pero se ha incrementado la tendencia oficialista de las últimas semanas”. El presidente igual reiteró que respetaría un resultado adverso, pero su confianza le permitió hasta dedicar el triunfo “a los pueblos del mundo, del tercer mundo, del Africa y América latina”. Según contó después en rueda de periodistas, ese fue el mensaje que le dio el viernes a los colegas con los que habló por teléfono: Néstor Kirchner, Fidel Castro y Muamar Khadafi.
A Gaviria y Carter, Chávez les confió su “grandísima preocupación” por las actitudes de la opositora Coordinadora Democrática. “Estamos esperanzados en que después del lunes los sectores más radicales de la oposición, los comprometidos con el golpe de 2002, renuncien a la desestabilización y vengan a trabajar en la construcción del país”, explicó el presidente. Más inmediatamente, Chávez señaló la “amenaza” de anunciar bien temprano resultados parciales, “lo cual podría generar problemas”. Como los medios de comunicación venezolanos son mayoritariamente opositores, un anuncio semejante podría concebiblemente servir para crear una sensación de triunfo desde temprano. Si los resultados de esta noche son favorables al oficialismo, volarían las acusaciones de fraude. En sintonía con el Ejecutivo, la sala electoral del Tribunal Supremo de Justicia anunció ayer por la tarde la prohibición a los medios, tanto nacionales como extranjeros, de difundir resultados antes del cierre oficial de los comicios y del recuento. El tribunal incluyó explícitamente en la medida a “las figuras políticas”. El que había prometido resultados temprano era Enrique Mendoza, cabeza visible de la Coordinadora Democrática, que dijo que “la comisión electoral no es de confianza”.
Carter y Gaviria le solucionaron el problema a Chávez. A media tarde, después de reunirse con los principales referentes de la oposición, anunciaron –en su primer contacto con la prensa– que habían logrado la promesa de que se respetaría la veda de resultados hasta tener boletines oficiales. “La excepción que nos dieron es que si el Consejo Nacional Electoral no da resultados en, digamos, tres días, ahí sí considerarían en dar ellos los resultados”, señaló Carter. Su ahora colega Gaviria fue menos específico y dijo que “yo no diría que los opositores dieron un término perentorio, pero la CD está dispuesta a esperar lo que ellos consideran demoras que sean razonables, pero están comprometidos desde luego a respetar las normas del consejo electoral”.
La votación venezolana fue seguida de cerca por muchos extranjeros. Además de la abundancia de argentinos –ver página 4–, una delegación de 41 eurodiputados del Grupo de Izquierda Unitaria del Parlamento Europeo y de Verdes noruegos criticó en un comunicado que todavía el día anterior al referéndum, la oposición no hubiera dicho que acataría el resultado. En Brasilia, el Grupo de Amigos de Venezuela –integrado por Brasil, Chile, España, EE.UU., México y Portugal– reafirmó “su firme apoyo en la búsqueda de una solución pacífica, democrática, constitucional y electoral para la situación” en un comunicado emitido por la cancillería brasileña.
Pero quizá sea en Cuba donde el tema se sigue con mayor pasión. Así como Chávez le prometió un jonrón a Castro –ver nota principal–, ayer Cuba le dedicó mucho espacio a Venezuela en sus medios. La televisión cubana emitió ayer un largo documental sobre los médicos venezolanos que se entrenan en la isla y un panel de periodistas analizó cómo se llegó al voto de hoy. Fidel Castro puso lo suyo diciendo que “no tengo la más remota duda de la victoria de Chávez. Todo el mundo se da cuenta de que es una victoria segura, sería muy raro, verdaderamente raro, que estuviera dando una opinión equivocada, no existe la más remota duda sobre el triunfo de Chávez”.
Además de su relación política, los dos países se han acercado en temas materiales. Cuba recibe diariamente 53.000 barriles de petróleo venezolano a precio preferencial por un acuerdo firmado en octubre del 2000. La isla envió 15.000 médicos y técnicos de salud para reforzar el programa de extensión organizado por Chávez.